Hoy hablo de las madres olvidadas.
Nosotras hemos tenido que aprender a vivir solo con el
recuerdo, cada día más borroso, de aquellos días felices, marcados por la
entrega de incalculable dosis de amor incondicional.
Hay madres de diversos tipos: madres que se dedican al hogar,
las que tienen que salir a trabajar por necesidad o porque desean desarrollarse
profesionalmente.
Las que han dejado sus sueños a un lado para convertirse en
cuidadoras absolutas de sus vástagos, las independientes, las madres solteras,
las emprendedoras, las abandonadas por sus maridos, las exitosas, las
abnegadas, en fin, a todas:
FELIZ DIA DE LA MADRE
No obstante, con suma tristeza debemos aceptar que hay madres
que han sido olvidadas, pues no todos lo hijos piensan así, o bien, son incapaces
de demostrar algo de respeto y consideración, aun cuando todavía están a tiempo
de hacerlo.
Las que hemos sufrido frialdad, indiferencia e ingratitud de
nuestros propios hijos.
Esos seres que cuidamos, protegimos y por quienes nos
sacrificamos durante muchos años desde que nacieron, al crecer optaron por
alejarse, por abandonar a su suerte a quienes les dieron la vida, dejando una
amarga sensación de vacío y soledad.
Madres olvidadas
ResponderEliminarTras la ventana,
al igual que otras puertas y ventanas
como duelen
esos ojos secos
desvelados en auroras
sin amor, sin mañana.
Como sufren en vida las madres,
parturientas de llanto y amor
que por siempre
cargando la cruz le dejaran.
Llama a sus hijas, ya son madres,
tanto tardan hijas que no vienen,
como duele tu ausencia, como sufro
y se alargan mis tardes.
Recuerda a sus hijos, ¡ah! mis hijos
a veces, a veces,
a veces, cuando pueden
dos monedas por minuto
me llaman.
Los nietos mmm, si los nietos,
enfermizos, llorones, atrevidos,
olvidan el amor y desvelo recibido
de la que abusaban de nana,
ellos hoy caminan sus amores
por calles y plazas, sin querer visitarla.
La madre en un asilo abandonada
en eternas horas tan vacías
se rebosa en angustia,
esperando visitas que feliz la harían,
para acortar el tedio de su vida, sin vida.
Las piadosas manos de su alma
amasaron el pan familiar de cada día,
hoy, vacías, moradas, las retuerce,
llenas de ausencias,
ayer, haber sido la madre tan querida.
Como duele ese amor que se agrande
mientras muere, y esos ojos secos que
nos llaman,
ya no tiene lágrimas,
porque llora su alma.
Cruje la puerta, mira las ventanas,
¿Quién viene? Su rostro se ilumina
de alegre esperanza,
el viento entra, revolotea,
besa su rostro, y pasa.
¡Como sufren su abandono
las madres olvidadas!
(Oscar Mellado Norambuena)
PD: El dolor causado por el olvido de los hijos, no debe hacer que toda madre olvide el cariño y la entrega que ellas dedicaron a sus hijos. Su entrega por su prole primero, y por las nuevas generaciones después, fue y continua siento total hasta el último suspiro de su vida.
¡Gracias mamá!.
¡Gracias madres! por tanto cuanto os habéis entregado por vuestros hijos :-)
bueno que ha pasado aquí? ya no sale el autor del comentario publicado.
ResponderEliminarPues este lo ha subido Jomaral ¡Alaaa!
Amigo, que todo está muy raro. Gracias por tus palabras, de verdad que ayudan a muchas madres. Bssos.
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