No, a tanto no hemos llegado, pero casi.
Este año, haciendo un gran sacrificio y ahorrando todo el año, instale el aire acondicionado en casa.
Vivo en un ultimo piso, sin aislamientos, en invierno la casa mas fría, en verano la mas caliente.
Lo instalé a primeros de agosto, pero gracias a la buena temperatura de mi tierra, y consiguiendo mantener una buena temperatura por ventanas cerradas y a oscuras durante el día, no necesité ponerlo.
Pero el viernes pasado llego la gran ola de calor, con noches tropicales y subiendo la temperatura de casa sin freno.
Puse un rato el aire el viernes a la noche, funcionaba, en cuanto baje unos grados la casa, lo paré para irme a dormir.
El sábado a la tarde, cuando ya empiezas a notar que el cuerpo no te responde, me imagino que ayudé al estar todo el día en casa, lo puse, al ratico en la pantalla puso FO, indagué en internet y según ellos era que se había quedado sin gas.
Aguanté como pude, con una vivienda a mas de 30 grados y logré sobrevivir hasta el lunes, sin dormir casi, pero yendo a trabajar como una buena resiliente.
Llame solo llegar y me dijeron que tuviera paciencia, que estaban desbordados y no sabían cuando me iban a poder atender.
El martes, miércoles, jueves, mientras seguía subiendo la temperatura, seguí llamando, creí que igual por pesada me atenderían.
Por primera vez me he visto los pies hinchados, sin tobillos, pero según me decían era por el calor.
Y por fin, el viernes, cuando estaba bajando la temperatura en picado, me llamaron, a media mañana se pasaban para meterme el gas.
El operario me dijo que me lo dejaba funcionando a 23 grados para comprobar su funcionamiento.
Cuando llegué a comer, casi me pongo chaqueta para entrar en casa.
Lo apagué y creo que ya este año no lo voy a necesitar.
Hoy tengo mi casa a 21 grados, con chaqueta y si tuviera chimenea la encendería.
Vale, que si, que para la próxima ola de calor estoy preparada, pero os prometo que ha sido demencial.
Parar este Mundo, que yo me bajo.