jueves, 28 de octubre de 2021

El limite de la estupidez

 


"La Tormenta Perfecta"


 

La 'tormenta perfecta' que sacude al mundo: desabastecimiento, luz por las nubes y una nueva variante del Covid

Mientras la inflación sigue desbocada, asistimos atónitos a un Reino Unido con las estanterías vacías y a cómo Austria se prepara para un gran apagón. ¿Qué está pasando? Guía para entender cómo hemos llegado hasta aquí tras lo más duro de la pandemia

¿Estás preparado para un apagón eléctrico masivo? Esto es lo que necesitas para sobrevivir

La expansión de un nuevo coronavirus a principios de 2020 cambió el mundo tal y como lo conocíamos. Con la llegada de la vacuna, se podía intuir un aterrizaje gradual de una 'nueva normalidad' que estableciera los parámetros socioeconómicos en tasas preCovid. Pero nada más lejos de la realidad

La culminación de la salida del Reino Unido de la Unión Europea ha provocado una crisis en el transporte y, por ende, en el abastecimiento en el propio país; la fuerte revalorización del gas natural en los mercados internacionales y a la subida del CO2 han propiciado una subida histórica del precio de la luz a nivel mundial (tanto es así que Austria ha preparado un plan en previsión de un apagón mundial); países asiáticos como China han decidido acaparar materias primas y componentes electrónicos con fines proteccionistas y, mientras, una nueva variante del Covid ( Delta plus) se expande por el planeta con un porcentaje mayor de contagiosidad.

Todo ello ha provocado una 'tormenta perfecta' en forma de inestabilidad de la que desgranamos sus entresijos.

Austria impulsa un plan contra un apagón

«La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo». Con estas palabras, la ministra de Defensa austriaca, Klaudia Tanner, ha justificado una campaña que han impulsado para prepararse contra un hipotético apagón mundial. Entre las acciones que barajan están el hacer acopio de combustible, velas, baterías, latas de conservas y agua potable, así como sentar las bases para establecer una red de cooperación vecinal.

Aunque puede parecer algo demasiado catastrofista, desde este país europeo están preparando estrategias para evitar el caos ante una emergencia de este calado. «Un 'blackout' es una falla de energía a gran escala durante varios días o varias semanas», precisa el Ministerio de Defensa. «Todas las redes eléctricas de los países europeos están interconectadas en la red eléctrica europea, de manera que, si hay un apagón, las luces podrían apagarse en toda Europa», apuntan.

martes, 26 de octubre de 2021

Y ahora los chinches

 

Plaga de chinches en Australia provoca el retraso de barcos con traslado de automóviles

Los buques de carga que transportan automóviles alrededor de Asía, Europa y hacia Estados Unidos han tenidos que ser varados debido a una plaga de chinches en el interior. Este hecho ha orillado a las firmas automotrices a retrasarlas entregas de vehículos en los concesionarios

Una plaga con poder inactivo

La chinche apestosa marrón marmórea tiene una capacidad útil para permanecer inactiva durante meses, a menudo escondida en el equipo, lo que le ayuda a sobrevivir a los viajes de envío prolongados. Al alcanzar temperaturas más cálidas, los insectos emergen y comienzan a buscar nuevos hogares y comida. Además, como una irritación adicional para los humanos, huelen horrible cuando se aplastan. Los funcionarios fronterizos detectaron insectos apestosos 232 veces el año pasado en Australia, lo que generó mucho trabajo para abordar el problema.

Según Joshua Dowling, experto en automovilismo, cada temporada es posible ver entre dos y media docena de barcos que transportan automóviles retenidos en alta mar mientras se tratan las chinches. Los retrasos son del orden de cuatro semanas mientras se lleva a cabo el proceso de fumigación. 

Un problema que se suma a la escasez de chips

Los retrasos son bastante desagradables en un año normal, pero se convierten en un gran dolor de cabeza cuando los clientes ya están esperando meses por vehículos nuevos. Por ejemplo, Toyota, como la mayoría de los fabricantes de automóviles, no se ha librado de la escasez de chips. Sean Hanley, vicepresidente de ventas de Toyota Australia, señala que “para un tercio de los vehículos de Toyota, el tiempo de espera es de cuatro meses o menos. Para las tres cuartas partes de la línea, es de seis meses o menos”. Agregar un mes más a eso para lidiar con las chinches apestosas no será bienvenido por los clientes. 


domingo, 24 de octubre de 2021

Austria asustándonos.

 


Austria se prepara para vivir sin luz ni agua

Desde el Gobierno del país tiene claro que es algo que llegará, la duda está en el cuándo. Recomiendan tener provisiones para al menos dos semanas.

Austria prepara a sus ciudadanos para una situación extrema: vivir sin agua y sin luz. Quizá algo muy complicado que llegue a ocurrir en algún momento futuro, aunque en el país europeo no lo descartan en absoluto. "La cuestión no es si lo habrá, sino cuándo". Son palabras de la ministra de Defensa el país, Klaudia Tanner.

La ministra asegura que se trata de un problema que está subestimado, pero que en su opinión representa "un peligro real". El Gobierno del país, que en los últimos meses ha sufrido ataques cibernéticos y un atentado terrorista, prepara a sus ciudadanos para la que puede ser la próxima gran crisis.

Para ello, llevan a cabo una campaña de información y concienciación tanto en publicidad como en los principales medios de comunicación del país, así como en cartelería por las calles. Se organizan también eventos de concienciación, en el que intervienen militares. Así, indican de una pauta clara: hacerse con el material necesario para sobrevivir sin agua y sin luz.

Elementos vitales de supervivencia

De esta forma, las autoridades recomiendan tener reservas en los domicilios de combustible, velas, baterías, agua potable o alimentos en conserva. ¿Cuánta cantidad? Estiman que las suficientes para estar dos semanas de camping.

Igualmente importante será el estar coordinados junto con vecinos y familiares para que nadie quede aislado o sin las previsiones necesarias, según informa el Ministerio de Defensa. En su web, indican que no será posible realizar tampoco la compra porque "los sistemas técnicos fallan y la logística colapsa".

La electricidad, el motor de casi todo

En caso de que llegara, esta crisis puede deberse a varias causas, como fallos técnicos o sobrecargas en el sistema. Una situación que dejaría las comunicaciones y demás sistemas muy limitados, por no decir nulos: desde el funcionamiento de los semáforos en las calles o la imposibilidad de usar cajeros para sacar dinero o internet.

Para el año 2025, según informa un teniente coronel a la agencia EFE, los cuarteles militares serán autosuficientes, por lo que podrían servir de apoyo a los bomberos y sanitarios y finalmente llega el 'blackout'. En ellos, el ejército realiza simulacros y maniobras de respuesta para cuando llegue el momento.

Pero más allá de los problemas de desabastecimiento, ya de por sí importantes, destacan también los problemas sociales que pudiera derivar, con posibles saqueos y riesgo para las infraestructuras más sensibles. Evitar su vulnerabilidad es una de las misiones de las fuerzas del país. Karl Nehammer, ministro del Interior, califica un apagón como "una de las mayores amenazas para un Estado moderno".


El coche de Angelo Fregolent

 

Retiran en Italia el coche aparcado en el mismo lugar durante 47 años

AUNQUE LOS VECINOS SE OPONÍAN A SU DESAPARICIÓN, HA SIDO DONADO A LA FERIA DE COCHES CLÁSICOS DE LA LOCALIDAD

Un Lancia Fulvia de 1962 que llevaba aparcado en el mismo lugar desde hace 47 años en la localidad italiana de Conegliano, en el Véneto, ha sido retirado este miércoles.

El vehículo se convirtió en un símbolo del pueblo para jóvenes y adultos, que lo recordaban como parte del paisaje local.

El coche pertenece a Angelo Fregolent, que abrió un puesto de prensa en 1974 y utilizaba el sedán para almacenar copias de periódico no vendidas y recibir as nuevas.

Sin embargo, hace dos años se rompió la cadera y dejó el negocio, pero su coche se quedó en el mismo sitio, donde ha permanecido hasta esta semana.

Su retirada no ha sido fácil. El Ayuntamiento lo quería mover desde hace años, debido a que en el lugar donde estaba aparcado ya no se permite estacionar, por lo que además era un peligro para la circulación. Pero muchos vecinos se opusieron a esta decisión y protestaron por la retirada de lo que consideraban un símbolo local y un homenaje hacia este Lancia de 1962.

Aunque finalmente sí que se ha retirado, se trasladará a la feria de coches clásicos local después de ser restaurado por dos voluntarios apasionados por los autos de época.


"El Síndrome de la Habana"

 

Para el avezado agente Marc Polymeropoulos, aquel viaje a Moscú resultaba, en principio, una cosa bastante trivial. Llevaba 26 años en la CIA, tenía la espalda curtida en Oriente Medio y Afganistán, le habían disparado más de una vez. En diciembre de 2017, como mando reciente de las operaciones clandestinas de la agencia en Europa y Rusia, visitaba la capital del viejo enemigo de la Guerra Fría, pero a cara descubierta, con el fin de reunirse con sus contrapartes rusos y conocer mejor el lugar, sabiéndose vigilado en todo momento.

La tercera noche salió a cenar con compañeros y recuerda que no bebió gran cosa. Es de primero de espía que en territorio hostil no hay que emborracharse, ni dejarse emborrachar, ni mucho menos creer que uno ha ligado con una desconocida. Llegó al hotel Marriott cercano a la Embajada estadounidense, en el que se alojaba, y se acostó pronto. Al poco, un ataque de vértigo como no había sentido nunca lo sacó del sueño de golpe, un dolor punzante atravesaba su cabeza y sentía los oídos martilleados por un ruido.

“Yo he estado en situaciones muy difíciles en mi vida, pero aquello fue terrorífico, había perdido el control, la habitación daba vueltas sin parar, sabía que algo malo estaba pasando. Cuando regresé a Estados Unidos apenas podía trabajar dos horas al día, no podía conducir y olvidaba cosas todo el tiempo. Aún hoy sigo sufriendo jaquecas continuas”, explica Polymeropoulos a este periódico desde su casa cerca a Washington. En verano de 2019, a los 50 años, se retiró.

El suyo es uno de los alrededor de 200 casos de diplomáticos estadounidenses, agentes de inteligencia y sus familiares que han sufrido una misteriosa dolencia cuyo origen se desconoce y para la que aún no hay respuesta, que las autoridades estadounidenses sospechan puede constituir un ataque con microondas por parte de países adversarios y ha dejado a decenas de personas con daños neurológicos.

Se le conoce como “Síndrome de La Habana” porque los primeros incidentes se conocieron en la isla a finales de 2016, pero desde entonces han ido brotando por Austria, Colombia, Rusia, Australia, China, Uzbekistán. Este agosto la vicepresidenta, Kamala Harris, retrasó un viaje a Vietnam porque sospechaban de nuevos casos en Hanoi. A primeros de octubre, la policía alemana confirmó que investigaba supuestos ataques sónicos al personal de la Embajada estadounidense en Berlín. Y el Congreso acaba de sacar adelante, con apoyo de demócratas y republicanos, una ley para apoyar económicamente a las víctimas del incidente de salud no identificado, algunas de las cuales no han podido reincorporarse al trabajo.

Cuando John Bolton, consejero de Seguridad del Gobierno de Donald Trump, llegó a la Casa Blanca en abril de 2018, acababa de recibir noticias de los primeras personas afectadas fuera de Cuba, concretamente, en China, y eso le hizo convencerse de que aquello, fuera lo que fuera, no consistía en un fenómeno psicosomático, ni sucedía una casualidad. “Una posibilidad era que se tratara de algún tipo de arma energética, veíamos bastante posible que viniese de Rusia, sabíamos que durante la Guerra Fría los rusos ya habían intentado saturar las comunicaciones de la embajada estadounidenses dirigiendo energía hacia allí. También podía ser China, pero a mí me parecía estúpido que Pekín lo hiciese en su propio territorio”, explica Bolton a EL PAÍS. “El peligro de esto no es solo para los diplomáticos estadounidenses, sino para todo el mundo, y debería tomarse más en serio en todo el mundo”, añade.

Comenzó con toda la intriga de una película de espías en el escenario más propicio para las sospechas: la nueva legación diplomática estadounidense de La Habana, reabierta en 2015 en un paso histórico del deshielo entre EE UU y Cuba. A finales de 2016, varios empleados del Departamento de Estado y de la CIA, así como algunos de sus familiares destacados en la isla, habían empezado a sufrir episodios extraños, que describen como presión en la cabeza, dolores cefálicos y un sonido intenso de cigarras. Las pruebas médicas revelaron daños en el tejido cerebral de algunos de los afectados. El Gobierno de Donald Trump decidió evacuar a todo el personal no esencial y las autoridades empezaron a investigar lo que, por entonces, sospechaban que se trataba de un “ataque sónico”, pero esta hipótesis fue descartada.

Algunos científicos apuntaron también a la posibilidad de una enfermedad psicogénica colectiva, que un grupo de personas en situación de estrés -Cuba lo era- manifestasen unos mismos síntomas por sugestión. Dos expertos, Robert W. Baloh y Robert E. Bartholomew, publicaron un libro apuntando esa hipótesis: El síndrome de la Habana: enfermedades psicogénicas masivas y la verdadera historia detrás del misterio y la histeria en la embajada.

El paso del tiempo y la proliferación de casos en diferentes lugares del globo está ganando la batalla a los escépticos. Uno de los últimos funcionarios en sufrir los síntomas es un agente de la CIA que viajaba a la India con el mismísimo director de la agencia, William Burns. El diciembre de 2020 un informe de la Academia Nacional de las Ciencias, la Ingeniería y la Medicina concluyó que la hipótesis más plausible consistía en el envío dirigido de energía de radiofrecuencia y, en ese caso, el Gobierno considera a Rusia uno de los grandes sospechosos. El objetivo podrían no ser siquiera los individuos, sino las instalaciones estadounidenses y sus sistemas informáticos, y que esos ataques acaban pasando factura a las personas allí ubicadas.

Thomas Shannon, subsecretario de Estado con las Administraciones de Barack Obama y de Donald Trump, retirado en 2018, no duda de que se trata de agresiones: “Una cosa está clara: son ataques. Eso tiene que entenderse, aunque no sepamos exactamente en qué consisten, son sin duda intencionados”, informa Íker Seisdedos.

Es también la hipótesis que muchos legisladores ven más plausible en Washington. Ni los científicos ni las autoridades, sin embargo, pueden descartar formalmente otras teorías. Desde principios de este año, la CIA ha puesto en marcha un grupo de trabajo específico para hallar la causa de estos intrigantes incidentes de salud y ha puesto al frente del equipo a uno de los agentes que trabajó en la búsqueda de Osama Bin Laden.

De forma oficial, por motivos lógicos, el Departamento de Estado dice muy poco sobre número de afectados, medidas de seguridad establecidas y avance de las pesquisas. Un portavoz señala que las diferentes agencias públicas implicadas están “trabajando para tratar de identificar si estos incidentes se pueden atribuir a un ente extranjero y están centradas en dar apoyo a los afectados”.

A Mark S. Zaid, abogado que representa a varias víctimas, le molesta que aún se esté hablando todavía del “síndrome de La Habana”. “Es un nombre que culpa a los cubanos y nadie que yo conozca sospecha de ellos, además de que no es un tipo de ataque que empiece en 2016, es un tipo de ataque que data de los 60″, apunta. Entre sus clientes, señala, “hay algunos que están bien, fuera lo que fuera que sufrieron, se han recuperado”. Otros, en cambio, “sufren una agonía diaria, migrañas, náuseas, vértigo”.

Al regresar a Estados Unidos, Marc Polymeropoulos fue tratado en el hospital militar Walter Reed, donde la CIA envió a la mayor parte de sus agentes afectados por este síndrome. Acabó retirándose del servicio y concentró sus fuerzas en escribir, algo que define como una “catarsis”, y este verano publicó un libro, Claridad en la crisis. Lecciones de liderazgo de la CIA. “Una vez se averigüe quién está detrás de esto, el presidente Biden se enfrenta a una situación difícil, porque si hay un adversario atacando a funcionarios estadounidenses no bastará con sanciones y con expulsar diplomáticos, hace falta una respuesta muy fuerte, pero no puedes empezar una tercera guerra mundial”.


miércoles, 20 de octubre de 2021

Uff, unos tanto y otros tan poco

 


Debajo de esos 12 profesionales creo que está el hombre herido.

Me parece un exceso de personal, cualquiera diría que se han puesto para la foto.

Retirada del CHAMPIX

 


¿Os acordáis de mi intento de dejar de fumar con el CHAMPIX?

Casi morí en el intento.

La enfermera me llamaba semanalmente, yo le decía que cada vez estaba peor y su respuesta era, ten paciencia, tu cuerpo se tiene que acostumbrar a ello.

* VOMITABA TODO EL DÍA

* PERDÍ EL SUEÑO

* ME DABAN TAQUICARDIAS

* DOLORES DE CABEZA TERRIBLES.

* DOLORES MUSCULARES

* PERDIDA DE APETITO 

Y así un montón de síntomas.

Aguanté todo lo que pude, pero en la última llamada que me hizo la enfermera le dije que lo dejaba, prefería los males del tabaco que la avalancha de efectos secundarios de la medicación.

Se enfadó un poco porque me dijo que debería de seguir el tratamiento hasta el final, que merecía la pena aun con los pequeños inconvenientes.

Y lo dejé, demasiado tarde, puesto que hasta el sueño me lo dejó roto.

Fui una cobaya sin sueldo para demostrar al mundo que las pastillas eran un verdadero veneno recetado por la Seguridad Social.







domingo, 17 de octubre de 2021

Operación antidroga de risa

 


El tuit de la Policía Local de Murcia que provoca burlas en las redes

LO QUE PARECÍA UNA IMPORTANTE OPERACIÓN ANTIDROGA SE SALDA CON DOS PEQUEÑAS PIEDRAS Y 35 EUROS INCAUTADOS


viernes, 15 de octubre de 2021

Una sonrisa para el fin de semana "El pedo"

 

Un pedo origina una pelea multitudinaria con tres detenidos en un balneario de Andorra

LA POLICÍA TUVO QUE INTERVENIR PARA SEPARAR A LA DOCENA DE PERSONAS QUE SE VIERON INVOLUCRADAS EN LA TRIFULCA

Un pedo fue el detonante de una pelea multitudinaria en un balneario de Andorra que obligó a intervenir incluso a agentes policiales y que terminó con tres detenidos.

Todo ocurrió durante el pasado puente del Pilar en el Centro Termolúdico de Caldea. Alrededor de la medianoche del lunes, varios clientes de este balneario se encontraban en los vestuarios a punto de abandonar las instalaciones. De repente, y sin mediar palabra, un usuario se tiró una flatulencia delante de otro cliente, a quien este comportamiento no le sentó nada bien.

De esta forma empezaron los insultos, que fueron subiendo de tono, entre ambos protagonistas, que tardaron poco en pasar a las manos. Fue entonces cuando las respectivas familias de ambos clientes intervinieron, hasta convertir la disputa en una pelea multitudinaria en la que se vieron involucradas hasta 12 personas.

Pese a la rápida intervención de los servicios de seguridad de Caldea, finalmente fue necesario reclamar la presencia de dotaciones policiales, que finalmente pudieron poner paz no sin antes detener a tres personas.


Que es ‘déjà vu’

 


¿Qué es el ‘déjà vu’ y por qué se produce?

De repente estás hablando con una persona y esta persona dice o hace algo por primera vez y crees que ya lo has vivido antes pero sabes que no es así. O paseas por primera vez por una calle y sientes que ya estuviste antes allí. Es muy probable que hayas tenido esa sensación de haber pasado con anterioridad por una situación que se está produciendo por primera vez. Es el conocido como ‘déjà vu’ (ya visto en francés). En español tenemos una palabra menos conocida para denominarlo: paramnesia. Os contamos lo que sabe la ciencia actualmente sobre este evento.

 

Un desajuste temporal entre la percepción y la memoria

Lo primero es tratar de dilucidar cómo se produce este evento mental. Lo explica a Maldita.es la Sociedad Española de Neurociencia (SENC), que aclaran antes cómo se procesan y almacenan las experiencias: “Cuando vivimos una situación nueva la percibimos a través de nuestros sentidos y después de distintas etapas de procesado la almacenamos en nuestra memoria como una experiencia ya vivida. Ese proceso dura unos cientos de milisegundos y es lo normal. Cuando repetimos esa experiencia, todo nos resulta conocido porque lo que percibimos en cada momento es en realidad una mezcla de lo que estamos procesando del exterior y lo que ya tenemos almacenado en nuestra memoria que estamos recuperando en tiempo real”.

Aunque parece inmediata la percepción de nuestros sentidos, esta señal se procesa en nuestro sistema nervioso y en el caso del 'déjà vu' se cree que las señales que envían nuestros sentido llegan antes a la memoria que a la propia percepción consciente. En el caso del ‘déjà vu’, aclara la SENC, “parece que ocurre un desajuste temporal y la percepción consciente se produce con retraso en relación con el almacenamiento en la memoria. Llega a la memoria antes de percibirse. Cuando finalmente percibimos el entorno ya lo tenemos almacenado en la memoria (desde hace unos milisegundos nada más, pero el cerebro no es capaz de saber desde cuándo está ahí) y crea esa sensación extraña”. De hecho, en la memoria sólo hay “el entorno pero no tenemos asociada ninguna vivencia, porque nunca hemos estado, y esto es lo que genera una cierta extrañeza”.

La psicóloga Elena Daprá, experta en bienestar psicológico en la empresa, señala a Maldita.es que el 'déjà vu' ocurre al producirse un fallo en el circuito de reconocimiento del recuerdo, "una alteración del sistema cognitivo", cuando se activa un circuito neuronal del lóbulo temporal del cerebro "cuando no debería" y genera la sensación de estar recordando algo.

Daprá añade que hay tres tipos de 'déjà vu': el 'déjà vécu' (ya vivido en francés), la sensación de haber vivido ya una situación al completo; el 'déjà senti' (ya sentido en francés), el sentimiento de haberlo vivido porque recuerdas una sensación pero sin mayor recuerdo que esa sensación y el 'déjà visité' (ya visitado en francés), el sentimiento de haber estado anteriormente en un lugar.

La psicóloga señala que no es patológico tener estas sensaciones pero "si se repite mucho debería consultar al neurólogo". Coincide con ella la también psicóloga Aurora Gómez Delgado, que destaca a Maldita.es que es "un fenómeno normal y no preocupante" pero que si una persona le dijese que tiene 'déjà vu' con mucha frecuencia "en primer lugar le preguntaría si puede estar haciendo algo que dañe su salud mental, como llevar mucho tiempo sin dormir, tomar drogas o beber alcohol... y que visitara a un neurólogo para descartar otro tipo de problemas".

No se conocen las causas del ‘déjà vu’

Sobre los motivos detrás de los ‘déjà vu’, la SENC aclara que “no hay una teoría definitiva. Podría ser simplemente que el cerebro está ocupado con otras cosas y pone esta percepción en espera mientras que la parte que la lleva a la memoria sigue su camino. Podría ser un problema de conectividad entre diferentes áreas del cerebro, en este caso la frecuencia con que se dan los ‘déjà vu’ sería muy alta”. Otra hipótesis es que “simplemente hayamos estado en un sitio parecido y la memoria lo identifique de forma errónea”, aclara la SENC.

Un artículo científico de 2005 sobre el ‘déjà vu’ en la neurología recopila varias hipótesis que apuntan a unas bases neuroquímicas o neuroanatómicas, sin que se haya podido probar ninguna.

En 2018, un experimento realizado en la Universidad de Colorado (Estados Unidos) comprobó que durante la sensación de 'déjà vu' una persona no tiene mayor capacidad de prever un evento pese a que los 'déjà vu' van acompañados de un sentimiento de mayor facilidad de predecir el futuro. Los investigadores señalan que la paramnesia es probablemente un fenómeno de memoria.

El ‘déjà vu’ es más frecuente en jóvenes

Una revisión de estudios del año 2003 concluyó que en torno al 60% de la población ha vivido algún ‘déjà vu’ y que su frecuencia disminuye con la edad, es decir, experimentamos más ‘déjà vu’ cuanto más jóvenes seamos. También parece que se asocia con el estrés y la fatiga, así que en momentos de relajación es más difícil que sentimos que nos pasa algo que ya ocurrió pero que en realidad es la primera vez. Otra correlación es a mayor educación y nivel socioeconómico, más ‘déjà vu’. Daprá señala que también es más frecuente en personas con mucha creatividad, que son imaginativas y/o muy inteligentes.