Cruzar los dedos

Se adjudica a los esclavos negros en América del Norte. Aquellos que mutaron sus creencias y se convirtieron a la fe cristiana, cuando estaban esposados o con las manos atadas y no podían usarlas con libertad para formar una cruz o santiguarse, apelaban a cruzar dos dedos de alguna mano para darle forma al símbolo de los cristianos y así invocar a Dios o elevar una plegaria. Se trataba, entonces, de un recurso para practicar la fe ante situaciones adversas, muy alejado del sentido actual. Hoy consiste en un gesto supersticioso, al que se apela para espantar la mala suerte.

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Cruzar los dedos se ha convertido en un gesto muy popular, sobre todo entre los jóvenes y los niños. Este sencillo gesto puede tener diferentes significados dependiendo del contexto, aunque el principal y más popularizado alrededor del planeta es el de desear suerte.

 

Según apuntan algunos antropólogos podría tener su origen en el cristianismo, aunque existe controversia en este aspecto. Según algunos expertos, el origen podría darse en el cristianismo, al igual que otros muchos gestos y costumbres implementadas en nuestra sociedad actual.

Algunos antropólogos asemejan este gesto al hecho de formar una cruz con los dedos índice y corazón, emulando el símbolo del cristianismo. De ahí también su significado, que en la actualidad se reconoce como la búsqueda de suerte, pero que podría tener su origen en la protección de los malos augurios gracias a la fuerza de Cristo.

Por otro lado, hay expertos que sostienen que este gesto procede de supersticiones, y por tanto no estaría vinculado con el cristianismo. En términos paganos, cruzar los dedos significaría la unidad perfecta, y por tanto, en su cruce podrían encontrarse los espíritus buenos. En este caso se utilizaría el símbolo para atraer las buenas energías, un significado que también se asemeja al significado que se le otorga popularmente en la actualidad

Con el paso de los años este gesto se popularizó y en la actualidad, más allá de su origen -sea pagano o religioso-, se utiliza para atraer la buena suerte (o evitar la mala).