sábado, 7 de enero de 2023


 

Como dicen en mi tierra, ya queda menos para las gloriosas fiestas de Navidad.

Lo siento, pero cada vez se me atragantan más.

Y sé que va con la edad, con la soledad y abandono.

Este año, después de amenizar con mi academia la San Silvestre de mi barrio, tras tomarnos un brindis con un buen vino para celebrar el trabajo bien realizado, me fui a mercadona a comprarme un par de caprichos para la cena.

Para las cinco y ya con pijama se me ocurrió una muy mala idea, desconectar el teléfono para que familiares y amigos se preocuparan un poco de mi.

Hacia las siete me entro hambre y piqué un poco de todo mientras veía una serie en la tele.

A las nueve pensé en levantarme a prepararme  algo para cenar, pero la verdad que no tenía ni hambre, ni ganas, solo cansancio del día y me fui a la cama con mi compañera la tele.

Año nuevo si me hice de comer, disfruté como los domingos, con una buena copa de vino, la tablet con las recetas de Arguiñano y todos los fuegos encendidos.

Disfruté de una tarde tranquila no dejando que la cabeza pensara demasiado.

A la hora de irme a la cama, encendí el móvil, sentada en el sofá para poder disfrutar de los whatsapp y llamadas recibidas.

Me lo merecí, todos los contadores estaban a cero.

No os puedo expresar lo que sentí, pena? Tristeza? Angustia?

Fue un poco de todo.

Sé que soy muy rara, como de otro mundo, y en vez de hacer daño, me lo hice yo solita.

Os prometo que el año que viene será diferente, contaré más con mi entorno y participaré mas en lo que me propongan.

No haces daño a quien quieres, solo a quien puedes.

El día de la cabalgata sí que disfruté, acompañábamos a los Reyes y ver la cara de los niños y de alguno no tan niño, la verdad que me emocionaba.

Creo que ha sido lo más bonito de estas fiestas.

Y mi promesa para este año es quererme más, cuidarme y no esperar que los demás me ayuden a caminar, tengo que hacerlo sola.

Sí que es cierto que la careta que llevo diariamente no deja ver ni un resquicio de mis penas.

Pero ya está, ya se acabó todo, el lunes comienza un nuevo año para vivirlo y disfrutar de la vida que aun tenemos.

Amigos, no volveré a dejaros solos, os lo prometo.

Parar este Mundo, que yo me bajo.

1 comentario:

  1. Amiga:

    Pasados los días de paz y amor para todos, toca volver a los quehaceres diarios; la casita, la comida diaria, el trabajo; vamos que con el año nuevo pocas cosas o nada ha cambiado.

    Pero no por ello hay que deprimirse y venirse al suelo; ahora llega el tiempo para llevar a cabo algunos planes que teníamos en mente; entretenerse cambiando algún regalo de reyes que no nos haya gustado, aprovechar las rebajas – que luego la cuesta de enero será muy muy pesada – o darse un caprichito de una escapadita.

    Ese es mi caprichito de reyes para la próxima semana, una semanita en Madrid, ¡guayyiii! Seguro que regreso cansadito y con ganas de no liarme en más correrías 😊

    Bien el asunto es disfrutar de los momentos bonitos que la vida nos pone delante, y no pensar en las cosas negativas que puedan surgir. Ale pues enero esta aquí y quedan doce meses `por delante para no apearse sino para comerse el mundo.


    Saludos y feliz año.

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Por favor, todo comentario o escrito CONSTRUCTIVO, espero entre todos no avergonzarnos de ponernos al nivel de los que no queremos.
Gracias