'Síndrome de resignación', el extraño coma de los niños refugiados en Suecia al enterarse de la deportación
El síndrome, que puede alargarse años, solo ocurre en Suecia
Se ha demostrado que no hay daño cerebral en los examinados
"Quería morir", el testimonio de uno de los niños que lo padeció
Totalmente pasivos, inmóviles, mudos, incapaces de comer y beber, incontinentes y sin reacción alguna a estímulos físicos o dolor. Son los síntomas que se detectaron en 60 niños refugiados solo en 2016 y que dan lugar a un diagnóstico único en Suecia. Conocido como 'síndrome de resignación', quienes lo padecen entran es ese estado después de conocer que sus familias van a ser deportadas de manera inminente.
El uppgivenhetssyndrom es un trance parecido al coma que puede alargarse en el tiempo meses o años. La revista médica Acta Pædiatrica recoge que los diagnosticados con este síndrome llegan a tal estado que tienen que ser incluso alimentados mediante sondas. Aunque ninguno de los niños ha reaccionado a tratamientos con los que sí se ha logrado algún tipo de respuesta entre pacientes comatosos, otras pruebas han demostrado que no hay daño cerebral en los examinados.
Las autoridades buscan una explicación a un estado del que hay registros desde principios de siglo y que se asemeja, según publica New Yorker, a un fenómeno ocurrido en los campos de concentración nazis cuando los detenidos perdían las ganas de vivir, algo que pasaría a los niños refugiados que caen en la desesperanza tras la noticia de la deportación. Los médicos del artículo de Acta Pædiatrica lo describen como "querer morir".
La explicación médica manejada señala que el uppgivenhetssyndrom se apoya en la inseguridad que genera en estos niños el hecho de tener que adaptarse a otra realidad social diferente. La sensación la vivió Georgi y la contó a New Yorker. Su testimonio habla del miedo en forma de urna en el fondo del mar en la que pasó encerrado por su mente varios meses. Para este niño, de Osetia del norte (Rusia), la deportación le dejó en un estado de letargo en el que imaginaba cómo la urna se rompería si hablaba o se movía. "Quería morir", ha reconocido.
Hasta el momento, el síndrome se ha diagnosticado exclusivamente en menores refugiados en Suecia. En su mayoría provienen de países soviéticos o de la antigua Yugoslavia y de grupos minoritarios. La Junta sueca de Salud y Bienestar ha asegurado que la única cura son los permisos de residencia; es meses después de que los papeles sean favorables para que la familia pueda quedarse en Suecia cuando los niños empiezan a dar señales de recuperación.
Pero esta opción tiene críticos, pues no permite un diagnóstico y, por tanto, hace más difícil llegar a encontrar respuestas. En niños que finalmente han sido deportados a sus países de origen, el 'síndrome de resignación' se ha prolongado en el tiempo.
Pobres niños, tanto sufrimiento por culpa de las asquerosas guerras.
ResponderEliminarEn las guerras los que mas sufren no son los guerreros, es la gente mas débil, mujeres, ancianos y niños. A los cuales los usan hasta como escudos. Si el Mundo fuera gobernado por una mujer, estoy segura que habría la mitad o menos de guerras, puesto que nosotros los parimos.
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