Locura 0 – Convivencia 1
Ya puedo buscar la medalla en el cubo de la basura, me la voy
a volver a colocar.
Os cuento el estado de la convivencia de mi Comunidad.
En estos días, primero me llamó un hijo de la del martillo
para ver si le podía ayudar arreglar el problema, puesto que sus padres estaban
desquiciados por los nervios y ya ni dormían.
Me preguntó si sería interesante quedar los dos hijos con el
matrimonio (los de enfrente de la del martillo) para intentar rebajar los ánimos,
por supuesto que le dije que sería algo estupendo.
Hablé con la señora (la de enfrente) para comentárselo y le di
el teléfono del hijo para quedaran.
Les comenté a ambas partes que sería interesante sin estar yo
presente para que pudieran charlar más libremente.
A la noche me llamó la del martillo para decirme que ya habían
hablado y que estaba más tranquila.
Y ayer fue un día entero de agradecimientos por todas partes
por haber logrado la paz.
A uno y a otro les dije que yo no era la única a felicitar,
las felicitaciones para todos, puesto que cada uno de ellos han puesto de su
parte.
Así que, gracias a Dios, la paz ha vuelto de momento al
patio.
Sí que me han pedido que esté un poco al tanto, cosa que haré
fácilmente puesto que el patio parece Radio Abierta 24 horas.
Por favor, dejar que me ponga la medalla unos días, me hace
mucha ilusión e intentaré no merecer el volver a quitármela.
Sólo una medalla?
ResponderEliminarTe mereces 3 medallas!
Y las 3 de O R O
Bravo! Así da gusto vivir!
#Este virus lo paramos unidos.
ResponderEliminarOle, ¡Ole! y ¡¡OLEEE!! Enhorabuena.
Te mereces todo un medallero olímpico. Felicidades de todo corazón, porque si bien todos han puesto de su parte para solucionar el asunto en paz y con buen entendimiento, no nos cabe ninguna duda que con tu arbitraje has contribuido a que vuelva la tranquilidad en la comunidad vecinal.
Luce la medalla con orgullo porque:
donde había pesar has aportado esperanza,
donde había oscuridad has puesto un rayito de luz,
donde había tristezas has llevado la alegría.
Por ello que aportando tu colaboración en este conflicto recibes meritoriamente la parte de gratitud de las dos familias enfrentadas.
Y a todo esto haz el favor de esconder ese martillo o si lo prefieres dáselo a los operarios de tu trabajo para que sea un instrumento para sus tareas y no acabe convertido en un arma de guerra vecinal.
Saludos:
jaja, tienes razón, viéndolo tan grande creo que no debería rondar en manos de vecinos.
EliminarUn Abrazo Amigo!!!!
Ja, ja, buena idea lo del martillo, ahora que lo veo, da un poco de miedo.
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