lunes, 14 de septiembre de 2020

Ataque Felino






Cualquier parecido con la realidad, es totalmente cierto.

Tengo un gato en mi casa, debería ser domestico pero creo que nació salvaje y así se quedó.

El miércoles a la noche, me meto en la cama, me pongo la tele y estiro el brazo para apagar la luz.

Lo siguiente que recuerdo es a H, el nombre de mi gato, colgando de mi brazo, con los colmillos hincados, el rabo gordo gordo y agarrándose como a la vida.

Empecé a dar movimientos bruscos con el brazo para ver si conseguía soltarlo y en vez de ello, solo me quedaron los desgarros de las uñas en mi brazo.

No sé como acabó la historia, me imagino que mis gritos le asustarían, me levanté y fui al lavabo dejando un reguero de sangre por el pasillo.

Cogí el frasco de agua oxigenada, es lo único que tengo en la caja del botiquín y la descargué sobre mi brazo.

El fondo del lavabo daba pena, era espuma manchada de rojo.

Acabé echándome por todo cristal mina, con el gato vigilándome desde lejos y me volví a la cama cerrando la puerta.

Me costó dormirme, me escocía y dolía el brazo pero al final Morfeo se hizo conmigo.

Ayer a la mañana me fui a trabajar, y aunque hacía calor me puse camisa de manga larga, me acordé de las mujeres que se ponen jerséis de cuello vuelto.

A media mañana me acerqué a la farmacia, es conocido, y le enseñe mis heridas de guerra.

Me dijo que como me había desinfectado la hinchazón sería del golpe, pero que no estaría mal que fuera al médico por si tenía infección.

Le contesté que ni harta de vino iría, que en un par de días estaría como nueva.

Cogí más cristal mina y volví a mi trabajo con su asesoramiento que me diera de vez en cuando.

Pero hoy me he despertado fatal, me dolía mucho la cabeza y el dolor del brazo me subía hasta el hombro.

La hinchazón era todavía más notable y además enrojecido, no me gustaba nada.

En el curro me he tomado un postillón de paracetamol y a esperar recuperarme.

Cuando ha llegado el albañil, colaborador y amigo desde hace muchísimos años lo primero que me ha dicho que tenía mala cara.

Le he enseñado mi brazo y me ha reñido un montón, que a ver que hacía aquí en esas condiciones, que me llevaba al médico.

Le he dicho que ni hablar, que en ese local de virus yo no entro.

·       Pues pide cita con tu médico y se lo cuentas.

Como me reñía y reñía me he metido a pedir cita previa en mi centro de salud.

Después de meter todos los datos me ha salido el pantallazo de:

·       Si no tiene Ud. Ningún síntoma relacionado con el COVID-19 no le podemos atender.

·       Y le rogamos que no se acerque a su centro de salud.

Entonces le he dicho ¿ves? No se puede ir.

Me ha hecho intentar pedir cita telefónica por teléfono, solo me ha costado media hora, por supuesto que con el manos libres para que no se me cayera la oreja por tanto tiempo sostener el auricular.

Y por fin me ha atendido una señorita que me ha encantado, lo primero que me ha dicho que ya no le quedaban citas telefónicas a mi medico hasta el lunes.

Y me ha preguntado que me pasaba.

Ya sabéis que eso de contar las cosas en dos palabras no va conmigo.

Entre las dos hemos llegado a sacar la gracia a la situación y me ha dicho, mándame un par de fotos por correo electrónico y yo hago que las vea el doctor para que te llame.

Le he pedido a mi compañero que hiciera de fotógrafo y las he mandado.

A la media hora me ha llamado el doctor, me ha dicho que si, que parecía un poco infectado, me recetaba una pomada para darme durante todo el día de hoy y si mañana no estaba mejor que empezara con el antibiótico.

A que hemos llegado, atención telefónica con diagnostico aproximado, que pena.

Me ha dicho que me acercara a la farmacia, que ya tenía las recetas para retirar.

He cruzado la calle y con mi sonrisa debajo de la mascarilla le he dicho al farmacéutico, mira, ya he hablado con el médico, he tenido consulta electrónica.

Me ha dicho, a ver, enséñame el brazo.

Y le he visto en su mirada que no le gustaba nada.

·       A ver que te ha recetado.

Y todo serio me dice, la pomada ni te la llevas, empieza ya mismo con el antibiótico, una pastilla cada ocho horas durante siete días sin dejarlo.

¡Tienes una infección de caballo! No tiene nada que ver con lo que te vi ayer.

 

Os lo sigo contando hoy lunes ya trabajando.

La verdad que mejoría mejoría no es que haya notado mucho.

He tenido decimas de fiebre todo el fin de semana y el estomago clamando por su existencia.

Tengo tres puntos que no dejan de suturar, siguen abiertos y saliendo líquidos asquerosos.

Les doy de tiempo 24 horas más para que me lo vea algún profesional, aunque no sé quien, como no sea el farmacéutico lo tengo difícil.

Amigos, no poneros malos, si no tenéis síntomas del COVID recordad que no os van a atender.

Tendremos que seguir algún cursillo de medicina en YOUTUBER o lo tenemos difícil.

Parad este mundo que yo me bajo.

4 comentarios:

  1. #Este virus lo paramos unidos.

    ¡Cielos! Con la fierecita indómita que tienes en casa, para que preocuparse por el bicho maligno que pulula por el espacio aéreo. En la penumbra de la estancia el gato se debió asustar por ello agredió el brazo que mantenías en movimiento

    No te tomes a la ligera las heridas causadas por mis H, pues las infecciones también pueden debilitar el sistema inmunológico y es más fácil caer más enfermo.

    De ahí que el farmacéutico haya aconsejado la toma del antibiótico, más habría que saber si la pomada era para prevenir la supuración de las heridas.

    LO de la atención sanitaria vía telefónica o telemática va camino de implantarse en todas las autonomías y nos tenemos que ir acostumbrando a este servicio de mínimos, pues visitar el centro de salud u hospital supone correr el riesgo de perder nuestra preciada salud.

    Es muy triste que hayamos llegado a esta situación sanitaria y peor aún que no parece que haya visos de mejorar en el futuro. Tomate la recuperación con calma y no hagan ninguna travesura de niña valiente, para ese papel ya tenemos a los heridos de película, que siempre salen victoriosos y sin ningún rasguño.

    Cuídate apreciada amiga, y que la recuperación del brazo sea pronto para poder ir con vestimenta de manga corta – que aun estamos en el verano - así como lucir el dorado bronceado del verano sobre la epidermis de los brazos


    Saludos:

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    1. Jiji, me has hecho sonreír.
      Tranquilo que de heroína tengo muy poco.
      Hoy he visitado a nuestro amigo el farmacéutico y me ha dicho que va muy bien, que tenga paciencia y que siga limpiándome las heridas a menudo.
      Se que no le ha extrañado mi actitud puesto que en los últimos meses se ha convertido en el medico de cabecera de todos los vecinos, haciendo lo que puede y su larga experiencia le ha enseñado.
      Amigo, que soy muy dura de pelar, ya mismo estoy luciendo palmito.
      Un Abrazo!!!!

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  2. Si! Los farmacéuticos han ocupado el lugar de los médicos de família.
    Siempre han sido muy amables con todos sus clientes-pacientes, ya compres una caja de aspirina o una caja de tiritas.
    Son los que se merecen un aplauso, están ahí cuándo se les necesita. Un gran aplauso para tu farmacéutico.

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    1. Opino lo mismo.
      Creo que esos si han sido, son y serán nuestros héroes.
      Un aplauso para ellos y para ti también Anónimo, por estar ahí!

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Por favor, todo comentario o escrito CONSTRUCTIVO, espero entre todos no avergonzarnos de ponernos al nivel de los que no queremos.
Gracias