miércoles, 25 de septiembre de 2019

Alimentos, cada vez entiendo menos




Tres alimentos que fueron considerados buenos para la salud y ahora no lo son

Zumo



El zumo de naranja forma parte del desayuno de cientos de miles de españoles prácticamente desde que el mundo es mundo. “Un zumito de naranja recién exprimido va que ni pintao’ por las mañanas”, suelen argumentar sus defensores. Sin embargo, el zumo, ya sea de naranja, de piña, o de manzana, es perjudicial para nuestra salud. ¿Incluso si lo hacemos en casa? Sí, el casero también. 

Tal y como explicaba el creador de Sinazucar.org, Antonio R. Estrada, a EL ESPAÑOL, el azúcar de los zumos es absorbido de una forma asombrosamente rápida por nuestro organismo al tratarse de azúcares libres, que no es encuentran en la matriz de la fruta. En cambio, la fruta entera contiene una gran cantidad de fibra, un nutriente que no sólo favorece la lenta asimilación de la fructosa, que se encuentra intrínseca en ella, sino que consigue que el proceso de digestión sea mucho más lento. 

Así, el último estudio robusto que advirtió sobre el peligro de los zumos fue publicado hace apenas unas semanas en la revista médica The BMJ y equiparaba directamente al zumo con los refrescos azucarados. Según los resultados de este trabajo, el consumo habitual de este tipo de bebidas aumentaría las posibilidades de sufrir cáncer.

Yogur



Desde que el mundo es mundo, el yogur ha sido asociado con numerosos beneficios para la salud. De hecho, no sólo se trata de un alimento del que se decía que podía favorecer sobremanera nuestra salud intestinal, sino que además era un estupendo aliado para reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2 (en el contexto de una dieta saludable) y para prevenir la obesidad. 

Pero las cosas han cambiado. Una relevante investigación publicada el pasado año en la revista BMJ Open dio la voz de alarma: no todos los yogures que podemos encontrar en el supermercado son tan saludables como pensamos ya que la gran mayoría sobrepasan ampliamente la cantidad de azúcar recomendada para un producto como éste. Así, los únicos yogures que este trabajo salva de la quema son los yogures griegos. ¿Por qué? Porque tienen una cantidad mucho menor de azúcar y un mayor contenido en grasas y proteínas. 

Jamón de York



No sabemos cómo ni casi por qué, pero al jamón de York siempre se le han atribuido unas propiedades salutíferas que poco o nada tienen que ver con la realidad. Tal y como ya hemos contado en alguna ocasión, este producto, a pesar de su bajo contenido calórico, debería ser consumido de forma ocasional. En el mercado podemos encontrar tres tipos de jamón de York distintos: el jamón cocido extra (el de mayor calidad), el jamón cocido (a secas) y el fiambre. En este último caso, el porcentaje de carne ronda como mucho el 50% del producto. 

¿Por qué se trata de un producto poco recomendable para nuestra salud? Porque estamos ante una carne procesada, como las hamburguesas o como las salchichas, cuyo consumo aumenta el riesgo de sufrir cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre ello en un famosísimo informe publicado en 2015. 

 

2 comentarios:

  1. Con el tema de salud alimentaria hemos topado, apreciada amiga, y seguro que con mucha frecuencia encontraremos estudios contradictorios sobre un mismo alimento.

    Sin embargo considero que estas aparentes contradicciones científicas no son tales, pues en cuanto a la alimentación las personas van evolucionando en función de las novedades que el mercado presenta, y sobre todo, a los cambios ambientales y laborales que la vida trae consigo.

    Hay que tener en cuenta que tomar zumo de frutas no es comer frutas ya que en su elaboración, aunque sea casera, se pierden muchos de los nutrientes; fibra y vitaminas que contienen las frutas.

    Con los yogures ha pasado otro tanto, del original yogur natural se ha pasado a una gran variedad de yogures con sabores y texturas diferentes, esta diversidad ha calado en los gustos de los consumidores, pero a cambio de incrementar la ingesta de azucares respecto al que contiene el natural.

    Los productos cárnicos elaborados llevan aparejados cierta cantidad de productos químicos; conservantes, acidulantes…, los cuales modifican el sabor original de la materia prima y a su vez contiene proteínas de relleno, féculas, almidones, amén de los conservantes y demás productos químicos añadidos.

    Por tanto a los humanos no nos cabe otra opción que adaptarse a los productos de alimentación que existen en tiendas y mercados, pero a la hora de adquirirlos tener también una buena información nutricional. Ya sabemos que el marketing comercial nos muestra ante los ojos las cualidades unos productos ‘exquisitos’, pero será la información nutricional y nuestro gusto personal quien nos aconsejara comprar aquellos alimentos que sean realmente benefactores de nuestra salud.


    Saludos:

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    1. Cada día nos confunden mas.
      Va a llegar el momento en que nos pondremos una huertica entre todos los vecinos.
      Abrazos Amigos!!!!!

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