Así será el nuevo «derecho a morir» tras su aprobación por el
Senado
Los médicos tendrán
acceso al registro de últimas voluntades para poder ejecutar la eutanasia sin
necesidad de consultar con los familiares
La proposición de ley orgánica de regulación de la eutanasia superó
este miércoles su tramitación en el Senado y pasará ahora al Congreso de los
Diputados para su aprobación definitiva, probablemente el próximo jueves 18 de marzo. Tras
incorporar algunas enmiendas del PSOE y de sus socios en el Gobierno durante su
segunda lectura, así
quedará la nueva «prestación de ayuda a morir», que
ofrecerá el Sistema Nacional de Salud (SNS) cuando entre en vigor la nueva
regulación.
Dos
modalidades: España se sumará al reducidísimo
número de países que permiten las dos modalidades del «derecho a morir»: la
eutanasia y el suicidio asistido.
Enfermos crónicos, personas con
discapacidad y enfermos psiquiátricos. La
eutanasia y el suicidio asistido estarán disponibles en el Sistema Nacional de
Salud no solo para los enfermos «terminales o incurables». La discapacidad o
una enfermedad psiquiátrica también será un motivo para poder pedir la
«prestación de ayuda a morir», ya que la ley reconoce ese derecho a aquellas
personas que sufren «un padecimiento crónico e imposibilitante» o «una
enfermedad grave e incurable causantes de un sufrimiento físico o psíquico
intolerables». La Sociedad Española de Psiquiatría reivindicó una «valoración
psiquiátrica obligatoria» de los pacientes que soliciten la «prestación de
ayuda a morir» cuando «el juicio o el consentimiento estén en cuestión» y «una
revisión del proceso de realización de las voluntades anticipadas». Sin embargo,
el PSOE ha desatendido estas recomendaciones.
En
centros privados y también a domicilio. La
«prestación del derecho a morir» se podrá realizar en «el domicilio», abriendo
la puerta a las residencias y los centros sociosanitarios en caso de que la
persona esté ingresada de manera continuada. Además de los centros públicos,
también podrá realizarse en los hospitales privados.
Exprés. El espacio de tiempo entre que se presenta la solicitud y se recibe
la «prestación de ayuda a morir» será muy corto. Con la ley del PSOE, la
eutanasia se aplicará con un tiempo máximo de 32 días.
El
médico puede hacer la solicitud. En
aquellos casos en los que el paciente «no se encuentre en pleno uso de sus
facultades», será «el médico» el que podrá presentar la solicitud de eutanasia
a través «del testamento vital o de un documento equivalente legalmente»
suscrito por el enfermo con anterioridad.
Acceso
del médico al registro de últimas voluntades. El facultativo que trata al paciente, además, «estará legitimado para
solicitar y obtener el acceso al documento de instrucciones previas, voluntades
anticipadas o documentos equivalentes». Con esta modificación del texto en el
Senado por parte del PSOE, se confiere una nueva atribución al médico al
permitirle también tomar la iniciativa sobre el proceso y poder consultar por
iniciativa propia esos ficheros. Para estos casos, la proposición de ley no
establece ningún control específico para garantizar que realmente se está
cumpliendo con la voluntad del paciente, más allá de lo suscrito en el
documento de últimas voluntades. Tampoco establece ni exige una consulta previa
a los familiares.
Muerte
natural. La muerte producida derivada de la
prestación de ayuda para morir «tendrá la consideración legal de muerte natural
a todos los efectos».
#Este virus lo paramos unidos
ResponderEliminarHay que ver que manía tienen los políticos de regular por leyes todo cuanto acontezca en la vida de las personas. Ahora toca legislar sobre el momento que uno quiera reunirse con la muerte.
Entre el bicho maligno que nos puede contagiar sin avisar, y los galenos que nos pueden poner en manos del barquero ‘Caronte’, para que nos lleve en el último paseo final; se puede pensar que a los humanos vivos nos espera un porvenir de terror,
Lo llamativo de este artículo es el detalle del requisito de que el solicitante a este viaje haya hecho previamente el testamento vital. Y en caso de que no exista dicho testamento ¿qué puede pasar?
Pues suponiendo la idiosincrasia del pueblo español es seguro que llegado el caso se aplicará el conocidísimo dicho de “hecha la ley, hecha la trampa” y para el barquichuelo del viaje para la otra orilla del rio de la eternidad.
¡Ayyyy Señor! concédenos aquí en la Tierra un vivir sin enfermedades ni preocupaciones, porque con la ideología progresista que les ha entrado a los políticos que nos gobiernan, nuestra existencia en este paraíso terrenal va camino de convertirse en un sinvivir plagado de sobresaltos. Amén
Saludos