“Transhumanos”: la
gente que llega a extremos para implantar tecnologías en su cuerpo
Una creciente
comunidad de "transhumanos" está empujando los límites de la
tecnología para implantar chips e introducir mejoras en sus cuerpos.
Algunos buscan
mejorar sus vidas, pero otros están llevando la ideología a autoimplantes que
se parecen más al bricolaje que a la tendencia del "biohackeo".
El biohackeo se
refiere a los esfuerzos de las personas para modificar su propia
biología.
Para realizarlo,
utilizan una variedad de medios que incluyen cambios de estilo de vida, cambios
en su dieta y sobre todo, muchas cirugías.
También se conocen
como "transhumanos".
"El
transhumanismo se basa en la filosofía de que podemos y debemos mejorar
la calidad de vida usando la tecnología", señala una hacker
británica conocida como Lepht.
Quien
articuló los principios de este movimiento intelectual, que cuenta con
partidarios y detractores en todo el mundo, fue el filósofo británico Max More.
En 1990 explicó
que "los transhumanistas buscan la continuación y aceleración de la
evolución de la vida inteligente más allá de su forma humana actual y sus
limitaciones".
Y lo hacen a
través de "la ciencia y la tecnología, guiados por principios y valores de
la promoción de la vida".
Los biohackers,
los considerados transhumanistas prácticos, realizan experimentos en su
propio cuerpo para aplicar los avances de la ciencia y la tecnología.
Pero en la
búsqueda de cuerpos inteligentes, ¿cuáles son los límites y cuáles son
las garantías médicas que deben considerarse?
"Tengo que cargar
con las llaves del coche, las tarjetas, el teléfono. Creo que el transhumanismo
es el paso para poner todo eso en mi cuerpo de tal forma que no solo el cerebro
sea inteligente, sino mi cuerpo también", explica Steven Ryall a la BBC.
"Es la única
forma en la que podemos progresar. Tenemos todo tipo de tecnologías
que hacen todo tipo de cosas increíbles, pero ninguna de ellas responde a mi
biología", añade.
"Entiendo por
qué la gente puede pensar que hacer algo así es extremo y por
qué está asociado a la autodestrucción, pero realmente creo que es la forma de
evolucionar".
Winter Mraz es
otra convencida del trashumanismo.
"En mi mano
derecha tengo un chip de radiofrecuencia que es mi tarjeta de negocios y otro
en la izquierda que es la puerta de mi casa", cuenta a BBC.
Pero además se ha
colocado en el dedo un implante que le permite detectar campos
electromagnéticos, un implante anticonceptivo en el brazo, dos impresiones 3D
en las rodillas y dos implantes LED.
Cada uno de ellos
le sirve para algo. En el chip de la mano podría incluir su información médica
como el tipo de sangre o las cirugías a las que se ha visto sometida tras un
grave accidente de coche.
El otro chip le
permite abrir su casa llevando las compras en una mano y a su mascota en la
otra.
Mraz acudió
a clínicas especializadas para implantarse los chips.
Incluso las
prótesis de sus rodillas las imprimió el servicio público de salud de Reino
Unido.
Pero hay otros que
entienden todas estas mejoras tecnológicas del cuerpo como algo que pueden
hacerse ellos mismos.
Una especie de "bricolaje"
en el propio cuerpo.
Es el caso de
Lepht.
Con algunas
herramientas esterilizadas se ha colocado varios implantes ella misma.
"Te
haces un agujero con un bisturí o con una aguja o cualquier cosa que salga de
un paquete esterilizado y colocas el dispositivo que sea. A veces necesitas
puntos, muchas veces no es necesario".
La doctora Mary
Neal, de la Strathclyde University cree que el trashumanismo encierra riesgos
éticos sobre la autonomía del cuerpo y riesgos de seguridad sanitaria.
"Compran
el equipamiento en cualquier web y se hacen las intervenciones en
casa".
Los especialistas
creen que los riesgos serán aún mayores cuando se empiecen a incorporar datos
biológicos a los chips porque si una empresa sabe más que tú sobre tu propia
salud, ¿quién decide las normas?
Pero los
impulsores del movimiento creen que estas tecnologías son el futuro.
"Creo que
simplemente tenemos más opciones con estos implantes".
"El mayor beneficio
es la conveniencia", dice Patrick Mesterton, cofundador y
director de Epicenter, una empresa de alta tecnología con base en Estocolmo.
"Permite reemplazar muchas cosas, como la tarjeta de crédito o las
llaves".
Llegará un tiempo en el que los seres humanos transcenderán su propia biología para convertirse en seudo robot vivientes. Para esta corriente tecno-optimista, llegado aquel tiempo se tendrá la oportunidad de mejorar el proceso evolutivo y mejorar al ser humano, mediante la interacción e implementación en nuestro cuerpo y mente de tecnologías emergentes más allá de los condicionamientos y límites que nos impone la naturaleza.
ResponderEliminarEsa situación ocasionaría cambios sociales, culturales, políticos y económicos inimaginables, imposibles de comprender o predecir por cualquier humano anterior al citado acontecimiento.
Llegados a este punto explicativo me he puesto a temblar y pienso que para cuando esta sociedad transhumana sea una realidad espero haber bajado de este planeta llamado Tierra. Tengo mucho miedo que empiecen a pincharme, a rajar la epidermis, a coser por aquí y por allá…
Madre mía, con tantos experimentos de tintes tecnológicos y científicos algunos humanos se han vuelto locos de remate. Yo quiero seguir evolucionando cual ser humano, tal cual nací, durante el resto de mi existencia terrícola.
Saludos:
Amigo, ni tu ni yo vamos a tener que vivir en primera experiencia esas barbaridades.
EliminarY me alegro por ello.
Un Abrazo!!!!