Una joven navarra, 6 horas sin médico en Madrid
Deambuló con su tarjeta sanitaria de un
centro de salud a otro la semana pasada en Madrid. Su familia denuncia la
tardanza y los impedimentos para ser atendida.
La joven, de 17 años, se
despertó ya con cierto malestar. Dolor abdominal y algo de
diarrea, aunque sin fiebre. A pesar de ello, acudió como cada mañana desde la
residencia en la que reside, en Madrid, hasta
el conservatorio donde cursa estudios superiores
de Música. Por la tarde estudia 1º de Bachillerato, explicaba su madre por
teléfono. Pero ese día de la semana pasada, no
fue a clase. En el Conservatorio le comentaron que la veían muy pálida
y, como seguía sin encontrarse mejor, regresó a la residencia. De camino, llamó
a su madre. “Coge la tarjeta sanitaria y vete al centro de salud”, le
recomendó, y la hija obedeció. A su llegada a uno de los centros de salud de Carabanchel, sobre
las 12, fue atendida por una enfermera y según el testimonio de la madre, esta
le señaló que allí no le podían atender, que
no estaba empadronada y que se fuera a otro centro de salud.
La joven accedió, caminó 20 minutos y llegó
a un segundo centro de salud, también de este barrio.
Obtuvo la misma respuesta. “Le decían que no le podían atender tampoco, que no
les constaba que estuviera asegurada en la base
de datos de la Seguridad Social”. Su madre, desde la Comunidad
foral, seguía con impotencia los acontecimientos, y trataba de buscar
soluciones. “Pregunté en mi centro de salud de aquí y me dijeron que eso no
podía ser, que tenían que atenderla. Que si te caes en Villava, aunque seas de
Barañáin, te atienden en Villava”. También contactó con una persona en el
número de emergencias de la Comunidad de Madrid, que tampoco le solucionó nada.
PCR Y MÉDICO
Finalmente, prosigue su relato, tras hacerle pasar 5
horas en una sala de espera, en ese segundo centro de
salud le realizaron una PCR, que dio negativo, y a las 18 horas, 6 horas
después de acudir al sistema sanitario, fue vista por un médico. “Es
una menor. ¿Y si llega a dar positivo? ¿Y si hubiera empeorado?”. La madre
relata que enviará una hoja de reclamaciones a
cada centro de salud denunciando el trato recibido.
Saca además una lección aprendida que puede ser útil para padres de menores o estudiantes que
residan temporalmente fuera de la Comunidad foral. “Para evitar esta situación
es muy recomendable abrir un expediente en el centro de salud más cercano a
donde va a vivir esa persona indicando que se trata de un estudiante/desplazado
y así ya les consta”. La joven, afortunadamente, solo tuvo un virus, que la
dejó maltrecha ese día, pero ahora es solo un mal recuerdo.
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