Entre el verde follaje de Kromlau, concretamente en el parque
Kromlauer de Alemania, se encuentra un curioso puente que, lejos de servir para
unir mundos y vidas, se refleja en el agua formando una
circunferencia perfecta, armoniosa y, para algunos, creada
por el mismísimo dios de los infiernos.
Es el conocido como Puente del Diablo y es, hoy en día, una de las
atracciones naturales más valoradas del Parque Natural de los Rododendros. Según
afirman expertos, además, este misterioso puente escondido entre la vegetación
cuenta con una estabilidad tan frágil que no se sabe cómo aún puede mantenerse
en pie.
Es por eso que por el Puente del Diablo, o
Rakotzbrücke, no está permitido caminar. Ya que como afirman los expertos este
puente no se levantó para unir mundos y vidas, sino con una intención puramente estética.
Una circunferencia
perfecta
El puente data de 1860, cuando un
caballero de la ciudad local mandó levantar este frágil y curioso puente. Para construirlo se utilizaron piedras locales de naturaleza variada, pero con la
peculiaridad que contábamos: con el reflejo del agua, crea una circunferencia
perfecta, armoniosa, y extremadamente complicada para la tosca manera en que
está construido.
Todo
ello adornado, en sus respectivos extremos, por unas llamativas agujas de roca
que le proporcionan un toque decorativo muy especial que imitan a dos columnas
de basalto, pero al natural.
El puente del diablo. ¿Por qué?
Es conocido como Puente del Diablo, debido al coloquialismo de que
tales puentes, que crean tales figuras perfectas, son peligrosos y milagrosos.
Tanto, que deben haber sido construidos por el mismísimo satanás.
Caray! Que circunferencia más perfecta, debe ser emocionante ir al parque Khomlauer a la hora que el puente por la acción de los rayos solares trazan, entre la bóveda del puente y el reflejo del agua el enigmático círculo.
ResponderEliminarEl sobrenombre de ‘el puente del diablo’ le viene que ni pintado, pues por la forma semicircunferencia del puente y los materiales utilizados en su construcción queda patente que fue realizado como parte decorativa del parque, y quien sabe si fue una tentación que Lucifer consiguió inocular al constructor del parque el famoso puente.
Al margen de supersticiones y temores el parque de los Rododendros, tiene una extensión de 200 hectáreas, que lo convierten en uno de los parques de mayor tamaño de Sajonia, de los que unos 90 están abiertos libremente a la entrada de visitantes.
La entrada es gratuita y se puede acceder a cualquier hora del día durante todo el año, una visita guiada tiene un coste de 2,50€ por persona. Entre los edificios más famosos se encuentra el famoso puente, la mansión y el Kavaliershaus. El parque tiene un camping de pago para poder dormir en tienda de campaña o bungalows.
Saludos:
Por ese precio podríamos preparar una excursión de nuestros amigos Borregos.
EliminarYo me apunto.
Un Abrazo Amigo!
¡Me gusta!
ResponderEliminar