La Leyenda
de la Sombra de la Navidad
Se dice que en los pueblos pequeños de la España
rural, durante la noche de Navidad, aparece una figura conocida como "La
Sombra de la Navidad". Esta sombra, que algunos describen como un ser
encapuchado, alto y oscuro, vaga por las calles vacías de los pueblos cuando
todos están reunidos cenando en familia o asistiendo a la Misa del Gallo.
Según la leyenda, esta figura no es malvada, pero
tampoco inofensiva. Su misión es recordar el verdadero espíritu de la Navidad a
quienes han olvidado el valor de la unión familiar o la generosidad. Si la
Sombra pasa por tu casa y escucha risas, conversaciones y el calor de una
familia unida, continuará su camino sin detenerse. Sin embargo, si percibe
soledad, tristeza o discusiones, puede entrar silenciosamente y dejar un regalo
misterioso. Este regalo, a menudo un objeto humilde como una vela o un ramo de
espino, sirve como advertencia para que las personas cambien su actitud y vivan
la Navidad de forma más auténtica.
Se cuenta que algunos vecinos han sentido su
presencia, ya sea por una brisa helada que recorre la estancia o por el sonido
de pasos leves en la calle, incluso cuando todo parece estar tranquilo. Por
eso, en ciertos lugares, hay quienes ponen una vela en la ventana como señal de
bienvenida para la Sombra, con la esperanza de que pase de largo.
Aunque muchos creen que es solo una historia para
inculcar valores navideños, otros aseguran haber visto esta misteriosa figura
en las noches más frías y silenciosas de diciembre.
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