La Leyenda
del Diablo de la Piedra
En el casco antiguo de Avilés se encuentra la iglesia
de San Nicolás de Bari, donde existe una curiosa inscripción en una de sus
piedras. La tradición cuenta que este texto fue grabado por el mismísimo
diablo. Según la leyenda, un hombre hizo un pacto con él, pero cuando llegó el
momento de cumplir su promesa, engañó al demonio. Este, furioso, dejó una marca
en la piedra como advertencia. Aunque el texto es ilegible, muchos aseguran
sentir una atmósfera misteriosa al pasar por esa zona. Este relato ha perdurado
en el tiempo, añadiendo un toque oscuro y enigmático al encanto de Avilés.
Además, Asturias en general está llena de mitos y
figuras como las Xanas, los Trasgus y el Cuélebre, que enriquecen la tradición
oral de la región.
La leyenda del Diablo de la Piedra, asociada a la iglesia de
San Nicolás de Bari en Avilés, Asturias, tiene una base histórica envuelta en
misterio y creencias populares. Según el relato, durante la construcción del
templo franciscano en el siglo XIV, se encontró una gran piedra en el terreno
destinado al edificio. Los constructores, al intentar moverla, se enfrentaron a
diversos infortunios: la piedra regresaba misteriosamente a su lugar original o
aparecía en lugares inesperados.
Desesperados, los trabajadores concluyeron que la piedra
estaba encantada o bajo influencia demoníaca. Para deshacerse del maleficio,
recurrieron a los frailes franciscanos, quienes realizaron oraciones y rituales
exorcísticos. Finalmente, lograron inmovilizar la piedra al integrarla en la
construcción del templo, asegurando que el mal quedara encerrado bajo la
protección sagrada de la iglesia.
A lo largo de los años, la leyenda ha perdurado, alimentada por el entorno místico del templo y las historias de los habitantes locales. Hoy en día, la iglesia de San Nicolás de Bari sigue siendo un lugar icónico, no solo por su historia arquitectónica, sino también por las fascinantes leyendas que rodean su pasado.
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