Esta claro que los comegambas de la foto no discutieron la paz mundial desde la distancia en la que los vemos sentados en esa supermesa. Sean cuales sean los temas que trataron es seguro que lo llevaron a cabo en otro salón apartados de las cámaras de los periodistas.
Pero a la hora de escenificar gráficamente el contacto presidencial, el anfitrión del evento –Putin – escenifico claramente, por medio de este posado fotográfico, las diferencia que sobre la crisis de Ucrania separan a los dos mandatarios.
En el texto del subtitular el asusto de la reunión queda sumamente claro. El comunicado francés señala unos acuerdos que el comunicado ruso niega totalmente.
Yo también comparto el comentario de Anónimo, los dos comegambas sin mascarilla y en el interior de una sala ‘desangelada’ corren el peligro de contagiarse por la ´Ómicron’ y en este supuesto el asunto a tratar entre las dos delegaciones seria otro bien distinto.
En caso de ser contagiados por el bicho, la discusión ¡aaachissss! seria quién ha contagiado a quién. ¡AAACHIIISSSS!. Es de suponer que ambos comegambas se culparían mutuamente.
- ¡La culpa la tiene el gabacho! gritan los de la delegación rusa. - ¡ No no, la culpa la tiene el camarada Putin! Claman los franceses.
Como no hay posibilidad de que se pusieran de acuerdo y ante el temor de provocar una guerra nuclear entre ambos – Francia también es una potencia atómica – habrán llegado al acuerdo de buscar un chivo culpatorio al que cargarle el desenlace de esta historieta.
Así que teniendo en cuenta que la cepa de la variante del bicho Ómicron es de procedencia sudafricana, ambas delegaciones, rusos y franceses, han llegado al acuerdo de culpar al país sur africado del contagio de los mandamases – o manda menos - y por demás del fracaso de la reunión entre los dos comegambas.
Solo nos queda por pedir que haya paz en la tierra entre los humanos de buena voluntad.
Nieves sabes que la laaarrr-gggaaa-mmmeee-sssaaa de la foto de este apunte fue hecha en Valencia. En concreto en la población de Alcasser, distante poco mas de un kilometro del pueblo donde resido.
La mesa está lacada en blanco, decorada con pan de oro procedente de Italia y tallada con madera exclusiva de los Alpes, además de las sillas que complementan el conjunto mobiliario.
La comarca de la Huerta sur, al sur de la ciudad de Valencia es – o lo era en el pasado - mundialmente conocida por ser la cuna del mueble, por la enorme cantidad de fábricas que antaño había por cada población
Hoy, la fábrica de ha cerrado, pero guarda el recuerdo de uno de sus clientes más exclusivos de una época en la que la compañía valenciana exportaba sus productos, dentro de un catálogo plagado por el lujo, a mercados como el ruso, el vietnamita o el japonés.
Lo que se guardan para sí los que fueran propietarios de la empresa es el precio que abonó el Kremlin por la mesa de reuniones en la que ahora Putin negocia el futuro de las relaciones entre Rusia y Ucrania.
Ja, ja, ja, ja es el COVID 2022
ResponderEliminar“Una imagen dice mas que cien palabras”
ResponderEliminarEsta claro que los comegambas de la foto no discutieron la paz mundial desde la distancia en la que los vemos sentados en esa supermesa. Sean cuales sean los temas que trataron es seguro que lo llevaron a cabo en otro salón apartados de las cámaras de los periodistas.
Pero a la hora de escenificar gráficamente el contacto presidencial, el anfitrión del evento –Putin – escenifico claramente, por medio de este posado fotográfico, las diferencia que sobre la crisis de Ucrania separan a los dos mandatarios.
En el texto del subtitular el asusto de la reunión queda sumamente claro. El comunicado francés señala unos acuerdos que el comunicado ruso niega totalmente.
Yo también comparto el comentario de Anónimo, los dos comegambas sin mascarilla y en el interior de una sala ‘desangelada’ corren el peligro de contagiarse por la ´Ómicron’ y en este supuesto el asunto a tratar entre las dos delegaciones seria otro bien distinto.
En caso de ser contagiados por el bicho, la discusión ¡aaachissss! seria quién ha contagiado a quién. ¡AAACHIIISSSS!. Es de suponer que ambos comegambas se culparían mutuamente.
- ¡La culpa la tiene el gabacho! gritan los de la delegación rusa.
- ¡ No no, la culpa la tiene el camarada Putin! Claman los franceses.
Como no hay posibilidad de que se pusieran de acuerdo y ante el temor de provocar una guerra nuclear entre ambos – Francia también es una potencia atómica – habrán llegado al acuerdo de buscar un chivo culpatorio al que cargarle el desenlace de esta historieta.
Así que teniendo en cuenta que la cepa de la variante del bicho Ómicron es de procedencia sudafricana, ambas delegaciones, rusos y franceses, han llegado al acuerdo de culpar al país sur africado del contagio de los mandamases – o manda menos - y por demás del fracaso de la reunión entre los dos comegambas.
Solo nos queda por pedir que haya paz en la tierra entre los humanos de buena voluntad.
Saludos:
Anécdota de la famosa mesa del Kremlin.
ResponderEliminarNieves sabes que la laaarrr-gggaaa-mmmeee-sssaaa de la foto de este apunte fue hecha en Valencia. En concreto en la población de Alcasser, distante poco mas de un kilometro del pueblo donde resido.
La mesa está lacada en blanco, decorada con pan de oro procedente de Italia y tallada con madera exclusiva de los Alpes, además de las sillas que complementan el conjunto mobiliario.
La comarca de la Huerta sur, al sur de la ciudad de Valencia es – o lo era en el pasado - mundialmente conocida por ser la cuna del mueble, por la enorme cantidad de fábricas que antaño había por cada población
Hoy, la fábrica de ha cerrado, pero guarda el recuerdo de uno de sus clientes más exclusivos de una época en la que la compañía valenciana exportaba sus productos, dentro de un catálogo plagado por el lujo, a mercados como el ruso, el vietnamita o el japonés.
Lo que se guardan para sí los que fueran propietarios de la empresa es el precio que abonó el Kremlin por la mesa de reuniones en la que ahora Putin negocia el futuro de las relaciones entre Rusia y Ucrania.
Saludos:
Gracias por la informacion, no tenía ni idea, la mesa lo vale, los protagonistas no, al menos no para mi. Abrazos!!!!
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