lunes, 15 de junio de 2020

El Origen de hincar la rodilla en el suelo



¿Cuál es el origen de hincar la rodilla para protestar contra el racismo?

El jugador de fútbol americano Colin Kaepernick fue el pionero, en 2016, al arrodillarse durante la interpretación del himno estadounidense antes de los partidos

 

Año 2016. Primer partido de pretemporada. El quarterback de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, decide mostrar su repulsa por la violencia policial contra las minorías separándose de sus compañeros mientras se procede a la interpretación del himno de Estados Unidos. Se sienta en el banquillo, solo, pero nada sucede. En el siguiente partido repite el gesto y vuelve a pasar desapercibido. Entonces, en el tercero, inventa un nuevo modo de expresar su repulsa: se sitúa junto a sus compañeros con una rodilla en tierra. Las cámaras le enfocan. Nace el mito.

 

La controversia provocada por aquella acción provocó un terremoto en todo el país. Algunos jugadores secundaron su ejemplo; otros lo criticaron, señalando que se trataba de una falta de respeto al himno y la bandera. El debate subió de temperatura al coincidir con las fechas reservadas a homenajear a las fuerzas armadas o a veteranos de guerra. Los dueños de los equipos se abstuvieron de tomar medidas... públicamente. Kaepernick, un jugador que había llegado a ser titular en la Super Bowl XLVII, en 2013, se ve de repente fuera de la liga con solo 29 años. Nadie se atreve a contratarle.

 

Año 2020. La muerte de George Floyd, grabada en vídeo y difundida por las redes sociales, remueve a la sociedad estadounidense justo en plena pandemia por el coronavirus. Las protestas arrecian y en todas se repite la misma escenografía: hombres y mujeres, deportistas, políticos, activistas, actores, todos con una rodilla en tierra. Como Kaepernick. Con él empezó todo.

2 comentarios:

  1. #Este virus lo paramos unidos.

    "... Para las personas que fueron linchadas o asesinadas, y nadie ha dicho una oración por ellos, que fueron ahorcados y para los que fueron arrojados al agua en mitad del pasaje".

    El movimiento negro en contra de la discriminación racial en los EE.UU. existe desde hace mucho tiempo. Quizás ahora con el nacionalismo blanco representado por el presidente Tramp – con sus mítines y comentarios en las redes sociales – exaltando el dominio de la población blanca de América frente a las minorías; negra, latina, asiática o de otras procedencias del planeta, nos haga creer que las protestas raciales podría ser recientes.

    Ya en los JJ.OO. de México de 1968, el saludo del poder negro, puesto de manifiesto por los atletas afroamericanos en lo alto del pódium, constituyo una celebre señal de protesta de los derechos civiles negros en Estados Unidos.

    Tras ganar la carrera de los 200 metros en esos Juegos Olímpicos, los atletas afroamericanos Tommie Smith y John Carlos, medalla de oro y de bronce, alzaron su puño envuelto en un guante negro mientras comenzaba a sonar el himno nacional estadounidense.

    Las consecuencias por estas protestas que sufrieron los atletas afroamericanos que secundaron el movimiento Black Power (poder negro) fueron dolorosas; algunos sufrieron las críticas de sus compatriotas norteamericanos, otros fueron condenados al ostracismo deportivo, fueron objeto de abuso y tanto ellos como sus familiares, amenazados de muerte.

    Las palabras que encabezan este comentario las pronuncio el atleta John Carlos, EEUU; medalla de bronce en 200 m lisos en aquellos juegos olimpicos M-68.

    Mucho tiempo ha pasado desde la década de los 60 y las minorías, especialmente la afroamericana, siguen sufriendo la incomprensión y el desprecio de sus vidas de quienes se consideran superiores sobre todas las demás personas, con el despreciable argumento de que por el color de su piel, ellos se consideran una raza elegida y superior a los demás.

    En honor de todas las personas que por el color de su piel o su procedencia, fueron o están siendo, linchadas, asesinadas y ultrajadas hoy yo también levanto mi brazo con la mano envuelta en un guante negros e inco mi rodilla en suelo, para testimoniar mi respeto humano y mi solidaridad en la lucha por los derechos humanos de todas aquellas minorías que sufren la discriminación racial a causa del color de su piel, religión o lugar de nacimiento.


    Saludos:

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  2. Lo dicho Amigo, para este mundo que yo me bajo.
    Mientras tanto contigo levantaré mi mano con guante negro a la vez que hincaré mi rodilla en el suelo.
    Un Abrazo !!!!!

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Por favor, todo comentario o escrito CONSTRUCTIVO, espero entre todos no avergonzarnos de ponernos al nivel de los que no queremos.
Gracias