sábado, 18 de abril de 2020

El coronavirus y los Munipas de Barañain


Municipales de Barañain, suspendidos.

Tanta gratitud, tanto aplauso, tanta foto, tanto video, creo que se les ha subido a la cabeza.

Hoy me han demostrado lo cerrados de mente que están y lo de ayudar a quien lo necesite, habrá que ver a quien.

Sabéis que ya mismo cumplo 61 años.

Que trabajo en una empresa que una de sus competencias es la fontanería y calefacción y el martes nos abrieron la veda.
Por lo tanto, tengo horario partido, y acabo a las 20;00 horas.

Y ahora hablemos de las compras, necesidad vital.

Después de ya mas de 4 semanas de confinamiento, me he arreglado como he podido para comprar.

Tengo un adulto enfermo en casa, no , no es del covid, lo suyo no tiene nombre todavía.

No tengo coche, y siempre he comprado online para que me lo trajeran a casa.

Desde que empezó esta miseria, mi proveedor habitual no permite las compras y otro que tengo cerca, solo acepta si tienes mas de 70 años.

No me ha quedado otra que buscarme la vida.

Para ir andando tengo Dia y Carrefour, pero en el horario que puedo ir yo, después de trabajar siempre hay colas dando la vuelta a la manzana.

Solo una vez me quedé al mediodía en vez de comer, la verdad que con hambre y pensando que a las 16:00 tenía que estar en el trabajo, no lo hice muy relajada.
Además en el carro no me cogía ni una decima parte de lo que me faltaba.

He ido pasando el día a día como he podido, por supuesto carne, verdura y fruta, colas no tan grandes al lado de mi trabajo.

Y por fin maquiné mi solución, pedí a un amigo del barrio que me llevara hoy  sábado al mediodía a mi proveedor habitual, que cumpliríamos todas las reglas, yo detrás en diagonal y por supuesto los dos, mascarillas y guantes.
Me dijo que me esperaría en el coche para no entrar los dos.

Me hice mi listado, enorme, pensando en mas de un mes.
Todas las cosas de peso, sobre todo limpieza, gato, bebidas, pasta, arroz, galletas, cereales, leche, etc.

Pensé que mas necesitaría un camión que un coche para traérmelo.

Preparé todas las bolsas de compra que tengo y bajé.

Le di mil gracias a mi amigo y le dije que iba a comprar para casi dos meses, para no tener que pedir mas favores.

Y nos encaminamos hacia el super.

No se de donde salieron, pero se nos puso un coche de los municipales a la par.

Que a ver a donde íbamos.
Me baje y les dije que mi amigo me llevaba al super a hacer la compra grande.
(El super está en el barrio.)
Y me contestan que no me puede llevar nadie, que tengo que ir en mi coche o andando.
Les digo que yo no tengo coche, y lo de ir andando para hacer la compra tendría que hacer un montón de viajes.
Me dicen que ese es mi problema, que está totalmente prohibido ir 2 personas en un coche y menos para comprar.
Me dieron ganas de decirles, pues vosotros vais 2 y encima sentados delante, pero me callé, no se pero no me gustaba su actitud.
Les intenté explicar mis motivos, pero no me dejaron terminar.
Que lo mas que me podían permitir era, que yo me acercara andando, hiciera la compra , podría cargarla en el coche, haciéndome un gran favor , pero que yo tenía que volver a casa a patita.

Se había puesto a llover, y entre mi impotencia, la chulería ajena y la hartura del confinamiento, me fui sola llorando hasta el super.

He hecho la compra, la metí en el maletero y por supuesto me volví andando, no fuera que tuviera vigilancia, y la verdad que eso de dormir hoy en una celda por mi criminalidad, no me hacía mucha ilusión.

Llegué a mi portal, mi carga en el maletero, la bajé y como pude la acerqué al ascensor.

Tengo mas de 120,00 € de compra en el descansillo, pero no tengo ni ganas ni fuerzas para ponerme a limpiar el virus de las superficies.
Aunque la verdad que ahora mismo el bicho no es mi preocupación.

Y aquí estoy, desahogándome con vosotros.

Enseguida darán las 20;00 horas

Me guardaré las ganas de vomitar que voy a tener al recordar la ayuda que he recibido hoy de los uniformados.

Ellos seguro que estarán delante de alguna cámara, mientras ponen las sirenas aplaudiendo y sonriendo, mientras miran a sus vecinos intentando decirles con la mirada:

"Tranquilos, que aquí estamos nosotros"




2 comentarios:

  1. No hagas lo que yo hago.
    Tienes que hacer lo que yo te diga.
    Yo tengo mucho miedo a los hospitales, a todo el personal que está alrededor de nuestros mayores, que entran y salen de las residencias como pepito por su casa.
    Estoy de acuerdo contigo! Menos aplausos, menos ruido,menos reuniones en la calle, menos teatro.
    Ya basta de meterse con los ciudadanos que necesitan ayuda.
    Al final de la historia, tendremos más miedo a las autoridades que al COVID-19

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    1. Algo parecido sentí yo ayer, mi pesar no fue por el confinamiento, fue por la incomprensión de los agentes.
      Ayer llore, y mucho, y no fue por el miedo.
      Mi suspenso a los aplaudidos.
      Un Abrazo!

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