¿Qué es la vía eslovena a la que apunta Quim Torra?
"Los eslovenos lo tuvieron claro. Decidieron determinarse y tirar hacia delante en el camino de la libertad con todas sus consecuencias hasta conseguirlo. Hagamos como ellos". Las palabras de Quim Torra en la presentación del Consell per la Republica este sábado han generado un aluvión de críticas. No era la primera vez que se mentaba la 'vía eslovena' como ejemplo a seguir en el procés catalán. Pero que fuera el president de la Generalitat quien se refiriera a la independencia de Eslovenia abiertamente –y el hecho de que obviara las vidas que ese proceso se cobró– han generado un enorme revuelo político.
Ada Colau ha calificado de "grave irresponsabilidad" las declaraciones de Torra, una opinión casi unánime: Ciudadanos, PSC, Catalunya en Comú y PP recordaron que en la secesión eslovena hubo una guerra con 62 muertos y un referéndum con una participación de más del 90%. Los enfrentamientos que siguieron a esa independencia en la exYugoslavia –la llamada guerra de los Balcanes– fueron los más sangrientos en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, con cerca de 200.000 muertos.
¿A qué se refería Torra con la vía eslovena?
Hace más de un año, el eurodiputado del PDeCAT Ramón Tremosa se refirió a la vía eslovena cuando insinuaba lo que debía pasar en el Palament: "Declarar la independencia y suspender sus efectos durante un tiempo a la espera de poder sentarse en una mesa, sin condiciones previas, con el Gobierno español para negociar un referéndum acordado". Para ello Eslovenia era el ejemplo a seguir: un país que declaró la independencia, la suspendió y "al cabo de seis meses de negociaciones en los que Belgrado ni se sentó a la mesa, comenzaron a caer los reconocimientos internacionales".
El eurodiputado explicó entonces también cómo Eslovenia celebró unas elecciones "con una especie de Junts pel Sí y logró mayoría absoluta", tras lo que intentó negociar con Belgrado su independencia "y no hubo manera", motivo por el que "hizo un referéndum unilateral y lo ganó".
El referéndum se produjo el 23 de diciembre de 1990, y el sí a la independencia obtuvo un 95% de respaldo –con un 93,2% de participación–. A partir de ahí, Eslovenia declaró su independencia y "a los pocos días" la suspendió durante unos meses con el fin de negociar con Belgrado. El impasse duró seis meses, hasta el 25 de junio de 1991, cuando el Gobierno esloveno declaró unilateralmente la independencia.
Por aquel entonces, a diferencia de España, Yugoslavia no era miembro de la Unión Europea ni de la OTAN, y su desintegración se vio acelerada por la caída del muro de Berlín y la URSS.
La guerra en Eslovenia
La declaración de independencia, a los seis meses del referéndum, fue seguida de una guerra de diez días. No duró más porque Belgrado estaba preparando la guerra con Croacia, que también buscaba su independencia, sobre la que los serbios sí tenían reivindicaciones territoriales. Eslovenia no revestía demasiado interés para los nacionalistas serbios, que la consideraba "étnicamente homogénea".
La breve guerra acabó el 6 de julio de 1991 con 44 soldados yugoslavos muertos, 18 eslovenos y otros 12 ciudadanos extranjeros, principalmente periodistas y camioneros de Bulgaria que se habían cruzado en la línea de fuego. Hubo, además, más de 300 heridos.
En diciembre de 1991, Alemania reconocía a Eslovenia y Croacia; y la Comunidad Europea, en enero de 1992.
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Los independistas catalanes ya está ubicados en ‘la vía eslovena’; en las declaraciones del presidente Torra no se observa ninguna novedad respecto al proceso a seguir para conseguir sus objetivos.
ResponderEliminarLa mayoría independentista en el parlamento catalán ya aprobó la declaración de independencia y su posterior suspensión de la misma a la espera de un proceso de negociación con el gobierno de la nación
En dicho compás de espera se encuentra el conflicto catalán, a la espera de que el presidente del gobierno Sánchez les ofrezca una solución acorde a sus pretensiones de independencia.
Lo penoso de esta situación es observar más la cobardía que demuestran unos y otros; cobardía en llevar a término la independencia por parte del gobierno del presidente Torra – con las consecuencias jurídicas que el asunto conlleva para los mandatarios catalanes – y el miedo del presidente Sánchez a adoptar una decisión gubernamental de protección de la legalidad constitucional – y obtener el rechazo de los grupos políticos que lo apoyaron en su moción de censura – que ganó frente al presidente Rajoy.
En este tiempo de espero unos y otros mantienen el juego del gato y el ratón, procurando no cometer ningún error jurídico que a la larga termine por llevarles a la prisión y a un previsible juicio que termine con sus aspiraciones de grandeza.
Quizás al final de esta partida política nadie gane y por el contrario habrán muchas víctimas que terminaran perdiendo su bienestar, su economía, sus ilusiones…, y quiera Dios que en este conflicto no termine por haber pérdidas de vidas humanas.
Saludos:
Pues deberíamos meterles en una jaula al gato y al ratón y a ver quien gana.
ResponderEliminarEso si, que dejen tranquilos a los de a pie que solo buscan la paz y tranquilidad diaria en sus vida.
Abrazos Amigo!!!