Que piensan los Tatuadores de Tí
Si
eres una de esas personas, entonces has coincidido con un tatuador, ese artista
para el que tu cuerpo es el lienzo. Suena muy bonito, pero no siempre es así.
Los clientes se lo ponemos mucho más difícil de lo que parece. Hemos creado un
grupo de WhatsApp con 13 tatuadores, tanto hombres como mujeres de diferentes
comunidades autónomas. Estas son sus confesiones, lo que odian de ti aunque no
te lo digan.
Cuando les damos referencias de tamaño absurdas
La
tipica de quiere un unicornio encima de un árbol, saltando sobre un arcoíris,
con los nombres de mis familiares y pájaros. Y todo a cinco centímetros.
Uno
me mandó un selfi señalándose la zona con la mano y marcando el tamaño.
Una
tapa de Nutella o un mechero parecen medidas válidas.
Cuando alguien decide
seguir allí de fiesta
Hay
clientes que vienen pasados de rosca porque se piensan que un estudio es un after.
El
que te dice: "No he desayunado y me he fumado 3 porros, ¿no pasa nada
no?".
Recuerdo
que un día tuvimos una clienta que había dejado una botella de vodka vacía en
el baño.
Cuando les pedimos algo "original"
Los
indecisos me matan.
Las
amigas que dicen: "Queremos algo original que no lleve nadie, habíamos
visto estas dos piezas de puzle...".
Estoy
harto de hacer huellas de perros y gatos. Y coordenadas.
Cuando acudimos enamorados y volvemos con el corazón roto
Los
tatuajes en pareja son una gran maldición. A la gente que aprecio nos les dejo
que se hagan tatuajes juntos (si aprecio a ambas partes jajaja).
Lo
peor es que muchos son en partes íntimas, y cubrir ahí es una pesadilla. Les
recuerdas que les dijiste 15 veces que no lo hicieran.
Son
los mejores clientes porque fijo que al menos vienen dos veces. Y somos
psicólogos. Siempre nos cuentan sus historias.
Cuando tienen clientes especialmente difíciles
¡¡¡Deja
de moverte!!!
Ayer
casi se me desmaya un chaval poniéndole el calco.
Una
vez los vecinos me preguntaron por los gritos que salían del estudio. Me sentí
un asesino en serie.
Una
vez tatué un tobillo y la tía tenía algo negro pegado al pie que olía horrible.
Me entran náuseas de acordarme.
Cuando regateamos
Unos
clientes me dijeron que querían tatuarse con la misma aguja: "Total, si
somos hermanos. No nos pegamos nada".
La
que viene con su amiga y te dice: "Si nos tatuamos las dos es más barato,
¿no?".
Venir
con diseños de otros tatuadores a ver por cuánto lo haces tú.
Cuando
te echan en cara el precio por haber tardado solo 20 minutos. Señor, es que el
tiempo que me cuesta aprender a hacer esto en 20 minutos es lo que está
pagando.
Cuando no se toman su trabajo en serio
No
te imaginas la de gente que me ha preguntado cuándo me voy a buscar un trabajo
de verdad.
Siempre
hay un familiar que te dice: "Muy bonito, pero no te hagas más
tatuajes". Los mayores lo llevan fatal porque lo relacionan con
drogadicción, prostitución y delincuencia.
Qué
rabia cuando te dicen: "Si solo es un dibujo, no es para tanto".
Cuando la familia también se apunta
Pues
los que vienen a tatuarse y traen a toda la familia para que le acompañe...
Todos opinando, por supuesto, y mosqueados por no entrar los 20 en la cabina.
Los
padres que traen a sus hijos con diseños absurdos para que tú te niegues y seas
la mala de la película.
Lo
peor es el que se va medio convencido y a los dos días aparece con su madre. Y
ella te dice que está todo mal, que ella pintaba cuadros en el colegio y sabe
de lo que habla.
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