La
Cláusula Invisible
El prestigioso
bufete "Martínez & Asociados" había representado a los más
poderosos durante décadas. Sus abogados eran conocidos por su destreza en los
tribunales y su habilidad para encontrar la más mínima grieta en cualquier
contrato. Sin embargo, entre ellos, había un abogado que todos temían y
respetaban: Laura Beltrán. No era la más veterana, pero su capacidad para
descubrir lo oculto la había convertido en una leyenda dentro del bufete.
Una tarde, Laura
recibió un caso extraño. Un cliente adinerado, el Sr. Figueroa, había muerto en
circunstancias misteriosas. Su fortuna debía ser dividida entre sus herederos
según un testamento redactado meticulosamente por el propio Martínez años
atrás. Sin embargo, cuando Laura revisó el documento, algo la inquietó. Había
una cláusula final que, aunque parecía perfectamente legal, dejaba un mal sabor
de boca: "El beneficiario final de la herencia será aquel que descubra el
secreto oculto en este testamento."
Esa noche, Laura
no pudo dormir. ¿Un secreto en un testamento? Había algo que no cuadraba. Decidió
investigar. Durante días, se sumergió en los archivos del bufete, revisando
cada documento relacionado con el Sr. Figueroa. Pero no encontró nada fuera de
lo común. La intriga la consumía. ¿Qué podría ser este "secreto"?
Finalmente,
después de casi rendirse, recordó algo que su mentor, el propio Martínez, solía
decirle: "En la ley, lo más peligroso no es lo que se dice, sino lo que se
deja sin decir."
Volvió al
testamento y lo leyó una vez más, línea por línea, palabra por palabra. Y
entonces lo vio. Había algo en las comas, en la disposición de las frases. Era
un patrón, un código escondido a simple vista. Laura descifró el mensaje
oculto: "Cuidado con quien confías."
Confundida, revisó
los antecedentes de los herederos y encontró una conexión perturbadora: todos
estaban relacionados con antiguos casos de corrupción en los que Martínez &
Asociados había intervenido. El testamento no era solo un documento legal, sino
una trampa para revelar a aquellos que habían cometido traiciones en el pasado.
Cuando Laura
confrontó a Martínez, él simplemente sonrió y le dijo: "La ley es un juego
de ajedrez, Laura. Y a veces, la mejor jugada es aquella que nunca ves
venir."
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