Malta deniega
el paso al barco con 629 inmigrantes y acusa a Italia de no respetar las reglas
He aquí la primera demostración de la
política de mano dura que va a aplicar contra la inmigración el nuevo ministro
del Interior italiano y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini. Junto con el ministro de
Infraestructuras y Transportes italiano, Danilo Toninelli, tomaron la decisión
este domingo de no permitir desembarcar al Aquarius de la ONG francesa Sos Méditerranée con 629
inmigrantes a bordo, de estos 123 menores no acompañados, 11 de ellos niños
pequeños y siete mujeres embarazadas, rescatados en la jornada del sábado.
La embarcación se encuentra varada en
medio del Mediterráneo a la espera de que Malta e Italia decidan abrir sus
puertos, algo que el primer ministro maltés, Joseph Muscat, confirmó este lunes
que no hará. Además, acusó a Italia de poner en peligro a estas personas y no respetar la reglas
internacionales al no dejarles desembarcar.
Muscat publicó en su perfil de Twitter
“que Malta está respetando sus obligaciones internacionales no dejando entrar
al barco en sus puertos y que continuará, en los posible, efectuando las
evacuaciones médicas individuales en situaciones de emergencia”.
En otro mensaje se dijo “preocupado” por
las ordenes dadas por la autoridades italianas al Aquarius en alta mar.
“Manifiestamente van contra las reglas internacionales y están poniendo en
riesgo y creando una situación peligrosa a todos los que están implicados”,
añadió.
Por el momento, Itaila se niega a dar la
autorización al desembarque en un puerto italiano y se les ha comunicado que se
detengan en la posición actual, a 35 millas de Italia y 27 de Malta. El
presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, anunció que han enviado dos
lanchas con personal médico para atender a los inmigrantes que se encuentran en dificultad en el barco.
Toninelli informó el lunes de que en breve
“habrá una respuesta” y que en el barco tienen víveres “para algunos días”. En
declaraciones al canal televisivo SkyTg24, el ministro, que pertenece al
Movimiento 5 Estrellas (M5E) explicó que por el momento están esperando “la
oficialidad de la respuesta de Malta” tras la petición de hacerse cargo del
barco.
Tras anunciar que cierra todos los puertos
a los barcos con inmigrantes y refugiados a bordo, Italia negó ayer el atraque
al Aquarius y reclamó a las autoridades maltesas que se hiciesen cargo del
barco: “Es nuestra intención que responda oficialmente a nuestra petición de
apertura de sus puertos para poner a salvo a cientos de náufragos rescatados en
el Aquarius”, exigieron en un comunicado Toninelli y Salvini.
El ministro de Infraestructuras recordó
que Italia envió anoche dos lanchas con personal médico para verificar las
condiciones de tripulación e inmigrantes y que esta mañana se han enviado otras
dos.
Al ser preguntado si la solución llegará
en breve, Toninelli señaló que “tienen víveres suficientes para algunos días y
que en breve, es evidente, que habrá una respuesta”. Toninelli reiteró la
posición del Gobierno que pide que se abra “un debate europeo rápidamente
porque a Italia no la pueden dejar sola”.
En el Aquarius viajan en estos momentos
629 inmigrantes, de estos 123 menores no acompañados, 11 de ellos niños
pequeños y siete mujeres embarazadas, rescatados en la jornada de ayer. De
estos, Sos Méditerranée comunicó que socorrió a 229 personas, mientras que el
resto de inmigrantes fueron rescatados por la Guardia Costera italiana y barcos
mercantes y después los trasladaron al Aquarius.
“Empieza a hacer mucho calor en la
cubierta”
La periodista de RNE Sara Alonso,
que se encuentra dentro del buque Aquarius, ha explicado que “la situación está
calmada”, pero los migrantes “están ya muy cansados”. “Los hombres están el
suelo de la cubierta, que está atestada de gente y hace mucho calor ya a esta
hora, un calor que va a ir en aumento”, ha alertado Alonso, quien ha detallado
que los hombres duermen en la cubierta del buque, mientras que las mujeres y
los niños en el interior.
El alcalde de València, Joan Ribó, ha ofrecido el puerto de València para acoger el barco que navega a la deriva en el Mediterráneo con 629 inmigrantes a bordo y sin un destino cercano que los quiera recibir.
ResponderEliminarRibó señalá que Valencia es una ciudad refugio, una ciudad solidaria «que no quiere que haya otra tragedia en el Mediterráneo». El alcalde ha sido tajante: "no queremos otro Aylán", en referencia al niño refugiado aparecido muerto hace unos meses en las playas de Turquía.
Hay que recordar que cuando el gobierno del PP anunció su aceptación para hacerse cargo de un determinado grupo de refugiados, once comunidades autónomas firmaron un manifiesto liderado por la Comunidad Valenciana, en el que se implicaban en la acogida de estos migrantes.
Saludos:
Asi es, pero parece mentira que haya tanto dinero para partidas no necesarias y sean capaces de tener a mas de 600 seres humanos en un barco sin poder desembarcar. Vergüenza de Mundo!!!
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