Una empresa de Lucena paga los atrasos a los
hombres y no a las mujeres porque el convenio "solo habla de trabajadores"
CCOO
ha denunciado a la empresa Aceites y Energía Santamaría, S.L., de Lucena
(Córdoba) por una presunta discriminación por razón de género al "no
abonar a sus trabajadoras los atrasos devenidos de la firma del convenio de
industrias del aceite de la provincia de Córdoba", mientras que "sí
lo ha hecho con sus trabajadores hombres".
La
secretaria de Mujer de CCOO de Córdoba, Mar Avalos, ha explicado en un
comunicado que en diciembre de 2017 se firmó el nuevo convenio colectivo de
industrias del aceite con una vigencia de enero de 2015 a diciembre de 2019 y
ha detallado que a efectos económicos las subidas salariales comenzaban en
2017.
El
sindicato ha señalado que el convenio establecía para el año 2017 "un
incremento salarial del 1,5 por ciento a cobrar con efecto retroactivo desde el
1 de enero de dicho año". Dichos atrasos debían ser abonados en el mes
siguiente a la publicación del convenio en el Boletín Oficial de la Provincia
(BOP) y, de hecho, "los trabajadores de la empresa recibieron dichos
atrasos mientras que las mujeres hasta la fecha no han cobrado dichos
atrasos".
Para
Avalos, esta situación es "un claro ejemplo de discriminación por
razón de sexo" y ha lamentado que "a estas alturas todavía haya
empresas y empresarios que crean que los hombres tienen más derechos que las
mujeres por el mero hecho de ser hombres". Además, la responsable sindical
ha remarcado que "no se trata de una cuestión económica", ya que, de
hecho, "las mujeres son una minoría en la empresa, sino de una cuestión de
discriminación hacia las mujeres".
Con el transcurso de los tiempos, las sociedades modernas van progresando en diversos campos; en economía, en salud, en bienestar, en cultura, et., pero, cuando uno piensa que las nuevas generaciones también han prosperado en su nivel de conocimientos del lenguaje respecto a sus familiares mayores, uno se encuentra con noticias como la que hoy se publica en este blog y que le hace recapacitar sobre su error sapiencial.
ResponderEliminarY es que en mis tiempos de escolar aprendíamos que las palabras tienen una característica gramatical por la cual los sustantivos, artículos, adjetivos, participios y pronombres que los clasifica en dos grupos: masculino y femenino.
Y que Carecen de género los adverbios y los verbos (salvo los participios) y cierto número de partículas tienen género neutro.
De modo que:
• A las palabras de cosas se les asigna el género según el uso que se les ha asignado
• En las personas, en ocasiones el género que les corresponde está asociado con su sexo, en especial cuando se alude a su origen o su profesión
• En las palabras de animales el género es el que el uso les ha asignado, independiente del sexo que éstos posean
Pero hoy día en el lenguaje, oral y escrito, se está imponiendo una moda por la cual el género de las palabras, independientemente del sentido y uso que se les asigne, tienen que ser interpretadas en un género sexual.
Por eso no es de extrañar que algún listillo haya pensado ahorrarse unas monedas del salario de sus trabajadoras, con el argumento pueril de que en el texto del convenio laboral “solo se habla de trabajadores”. Pero la verdad es que en todo colectivo formado por hombres y mujeres, el término ‘trabajadores’ en plural, engloba a tanto a ellos como a ellas.
Ya está bien de actos discriminatorios sobre las mujeres, ellas también son parte nuestra sociedad y su labor en la misma, es tan importante como la desempeñada por los hombres.
Saludos:
Gracias por tus explicaciones Jomaral
ResponderEliminarDa gusto leerte
Un gran abrazo