MUTACIÓN GENÉTICA
La mujer que no siente ni dolor, ni ansiedad, ni miedo
Jo Cameron, residente en
Escocia, se dio cuenta a los 65 años de que era diferente cuando los médicos no
podían creer que no necesitara analgésicos al no sentir dolores
Es británica, tiene 66 años y no
siente dolor alguno debido a una nueva mutación genética. Como si de un súper
héroe se tratara, tampoco experimenta situaciones de ansiedad o miedo, según ha
desvelado un estudio publicado en el British Journal of Anaesthesia.
Jo Cameron, residente en
Escocia, se dio cuenta a los 65 años de que era diferente cuando los médicos no
podían creer queno necesitara analgésicos al no sentir dolores tras
someterse a una delicada operación en una mano.
Ello a pesar de que los especialistas le habían advertido de que padecería intensas
molestias.
Su anestesista, Devjit
Srivastava, la derivó a especialistas en genética del University
College London (UCL) y de la Universidad inglesa de Oxford, quienes, tras una
serie de pruebas, observaron una
mutación genética que impedía a Cameron sentir dolor.
Estos especialistas hallaron una mutación notable en un
endógeno, que no tiene la funcionalidad completa de los genes normales.
Los investigadores lo denominaron FAAH-OUT, pero también hallaron que
Cameron tenía una mutación en otro gen cercano que controla la enzima del FAAH,
agrega la publicación.
El gen FAAH es bien conocido por los médicos que
investigan el dolor puesto que es
vital en el proceso sensorial de los dolores, la memoria y el estado de ánimo de
las personas.
Los investigadores han observado en análisis de
laboratorio que los ratones que no tienen el gen FAAH han visto reducida la
sensación del dolor y una reducción del nivel de ansiedad.
SIN DOLORES, TODA SU VIDA
De acuerdo con declaraciones de Cameron a los medios,
durante su vida no sentía dolores
si, por ejemplo, sufría alguna quemadura, y sólo se daba cuenta que se
había lastimado cuando olía a carne chamuscada, y observaba además que las heridas cicatrizaban rápido.
También relató que nunca
tiene miedo, ni siquiera en situaciones peligrosas como un reciente
incidente de tráfico.
"No tenía idea de que hubiera algo inusual hasta
hace unos años (...) Yo pensaba que
era normal", declaró Cameron a los medios.
"Miro hacia atrás y me doy cuenta de que no
necesitaba analgésicos, pero si uno
no los necesita, tampoco cuestiona el porqué", se preguntó
Cameron en declaraciones a la BBC.
"Yo era simplemente un alma feliz que no se daba
cuenta de que hubiera algo distinto en mi", agregó la británica, que
tampoco sintió dolores cuando dio a luz.
"Fue muy
extraño pero no sentí dolor. Fue algo realmente agradable",
agregó.
El médico James Cox, del UCL y uno de los autores del
artículo, señaló que los investigadores observaron que esta pensionista tenía
un "particular genotipo" que reduce la actividad de un gen.
"Ahora que hemos descubierto cómo este nuevo gen
identificado funciona, esperamos
hacer más progresos en nuevos tratamientos" contra el dolor,
explicó Cox.
Los expertos también han indicado que puede haber más
personas con la misma mutación genética y han pedido a cualquier que no sienta
dolor que lo haga saber a los investigadores.
El dolor físico es una percepción sensorial en el sistema nervioso que nos avisa de que algo en nuestro organismo no va bien. En síntesis el dolor es un síntoma pero en si mismo no es una enfermedad.
ResponderEliminarPosiblemente haya muchas personas que a cauda de alguna modificación genética no sientan nada de dolor, aunque estos días las redes sociales se están haciendo eco de esta mujer escocesa.
Posiblemente lo que en principio el hecho de no sentir dolores podría ser una gran suerte, pero aun esta por investigar los inconvenientes que para todo ser vivo dicha ventaja nos pudiera acarrear.
En la noticia se cita un solo percance sufrido por dicha mujer, no darse cuenta que habría sufrido algún percance. Pudiera acontecer que dicha percepción de no dolores acarre más inconvenientes que ventajas.
En esta noticia lo más llamativo es que ahora que los científicos han descubierto esta anomalía y comiencen a experimentar con estos genes, no terminen por usar a esta mujer como cobaya para nuevos experimentos sobre los dolores.
Saludos:
Amigo, todos somos cobayas para los que estudian.
EliminarEl día a día de los médicos es aprender un poquito mas con cada paciente que le visita.
Cobayas siempre.
Un Abrazo!!!!