martes, 30 de abril de 2019

Cuentos infantiles a la hoguera


Os traigo este artículo encontrado que dice mucho de la situación.

LA CENSURA DE LOS CUENTOS INFANTILES.

 

Colegios, cada vez más, en los que se retiran cuentos infantiles de las bibliotecas: Caperucita Roja, La Cenicienta, Blancanieves, Los tres cerditos –imaginen, aun peor, que se llamara Las tres cerditas–, El soldadito de plomo –no es bueno que los niños mitifiquen a un soldado– y otros títulos conocidos. Pues resulta, según análisis de quienes viven de eso, que tres de cada diez son tóxicos y transmisores de patrones sexistas, y sólo uno entre diez está escrito con perspectiva de género. Incluso, yendo aún más al nudo del problema, en algunos colegios de Cataluña se intenta cambiar el relato de San Jorge, patrón de allí, por el de Santa Georgina; para hacer justicia, al fin, a las numerosas mujeres que, como es bien sabido, en la Edad Media cabalgaban como caballeras andantas, guerreando y tal. Por supuesto, en esa nueva y más realista versión el dragón es un bicho bueno y entrañable. El dragoncito Tonet, o algo así. Como para llevárselo a casa de mascota. 

Escrito por Anastasio Ovejero Bernal



Y yo digo, ¿quien puede ver sexismo, machismo o feminismo en estos cuentos.¿?

Mas bien me parecen mentes oscuras buscando desterrar todo el pasado para quizás marcar el futuro que a ellos les parece mejor.

Vamos a dejarnos de tonterías, creo que en la educación de nuestros pequeños hay muchas mas carencias, como educación y respeto por el mundo en el que viven.

Eso si que deberían desterrarlo y quemarlo en las hogueras.

 

Yo no me siento feminista y por ello tengo mis pequeños tropiezos en la vida.

Os cuento una incidencia ocurrida en mi trabajo.

" Abre la puerta una chica muy mona y me  dice, ¿Puede alguien ayudarme a bajar un radiador del camión? , yo no puedo.

Automáticamente mi Jefe y un comercial que estaban en mi oficina, salen corriendo a ayudar a la niña mona, si, niña mona, porque si hubiera sido fea y gorda, ni se hubieran inmutado.

Le echo el sello en el albarán y se va con una sonrisa grande dibujada en su cara notando como no le apartaban la vista del culo los machitos existentes.

Y no hablo de los comentarios que tuve que discutir, que si para su trabajo no valía, si, para alegrarles la vista, que no tenían problemas en ayudarle como hombres de fuerza.

 

A los días vuelve y con su sonrisa vuelve a entrar y me dice ¿Quién puede ayudarme a bajar una caldera que traigo?

Lo siento, le contesto, hoy no hay nadie aquí mas que yo, y conmigo no cuentes, no puedo hacer ese tipo de esfuerzo.

Me contesta que entonces no me la puede bajar, que ya volverá en otro momento.

Yo le digo, ¿Cómo has cogido un trabajo que no eres capaz de realizar?

Se enfada y me dice que le tenía que apoyar, que ella es feminista y quiere demostrar al mundo que puede hacer los mismo trabajos que los hombres, que soy yo la que está en el equipo equivocado.

¿Equipo equivocado?, que pasa, que solo podemos ser machistas o feministas?

Pues no, le digo, no soy de ningún equipo, solo pienso que por tu forma de hacer , lo único que consigues es hacer crecer el machismo, creyéndose ellos que por una sonrisa y unas miradas, eres capaz de venderte para que hagan tu trabajo.

Si eres feminista, creo que lo deberías desarrollar en campos que fueras mejor que ellos, no en los que haces el ridículo utilizando tus armas de mujer.

 

Desde entonces los bultos grandes los traen quienes los pueden cargar y ella me acerca la paquetería.

 

¿Este es el Mundo que queremos?

2 comentarios:

  1. Una cosa es luchar contra el machismo y la discriminación entre hombres y mujeres, y otra cosa distinta es posicionarse por la censura literaria en torno a cuentos infantiles u otros relatos literarios.

    El lenguaje inclusivo intenta evitar un supuesto sesgo hacia uno de los sexos o genero social en particular. Sin embargo en el lenguaje oral o escrito se puede caer en una confusión.

    Es importante no confundir el género gramatical (categoría que se aplica a las palabras), el género como constructo sociocultural (roles, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad determinada en una época determinada considera apropiados para los seres humanos de cada sexo) y el sexo biológico (rasgo biológico propio de los seres vivos).

    Por desgracia en la literatura, cada vez más, se tiende a confundir el machismo humano con una especie de machismo de las palabras en las que se entremezclan; el género gramatical, el género constructivo sociocultural y una especie de sexo biológico, propio de seres cvivos, asignado a las palabras.

    Por ello no resulta difícil que ciertos colectivos quieran hacer una labor liberacionista en torno a la literatura en general y los cuentos infantiles de toda nuestra vida en particular.


    Saludos:

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    1. Demasiado profundo eres para mí, amigo.
      Yo soy mucho mas simple y visceral.
      La quema o retirada de nuestros cuentos infantiles, para mi es volver a la inquisición.
      Un Abrazo Amigo!!!!

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Por favor, todo comentario o escrito CONSTRUCTIVO, espero entre todos no avergonzarnos de ponernos al nivel de los que no queremos.
Gracias