Un hombre recupera su casa mientras los okupas están de
vacaciones y podría ser acusado de allanamiento
Manuel, un vecino
de Mataró (Barcelona), hace seis años que lucha por recuperar su casa.
Una vivienda de la que unos okupas se apropiaron ilegalmente y de la que
no les ha podido sacar tras años de litigios.
Este verano,
aprovechando que no había nadie en el domicilio, Manuel decidió entrar y tapiar
la puerta. “Yo no he coaccionado a nadie, yo he venido aquí, he picado y como no
había nadie me metí para dentro, igual que hacen ellos”, ha explicado a Antena
3.
Montones de
suciedad, habitaciones realquiladas, desorden...
Los okupas se
habían ido de vacaciones a Ibiza y Manuel se encontró un panorama desolador
dentro: montones de suciedad, habitaciones realquiladas, desorden... Los
vecinos explican que son gente violenta que incluso les han amenazado y se han
apropiado de la azotea del edificio, una zona comunitaria.
Uno de los vecinos
ha explicado que tuvieron que mudarse porque sus hijos no podían salir de casa
y habían llegado a agredir a su mujer haciendo la convivencia insostenible.
A pesar de que el
inmueble es suyo, Manuel podría ser acusado de un delito de allanamiento de
mora y a otro de coacciones.
#Este virus lo paramos unidos.
ResponderEliminarEsta noticia es muy triste y más para el dueño del piso. Pero si los medios de comunicación no se cuentan toda la verdad ni se contrasta la información, entonces el periodista toma partido por una de las partes y se comete el error de desinformar a los lectores.
En un medio de comunicación he leído cuanto sigue:
El dueño de la vivienda y el inquilino se conocían desde hace mucho tiempo, hace unos seis años Le había ofrecido el piso a una persona a la que consideraba su amigo, porque, según le había contado entonces, el casero no les había renovado el contrato de su piso anterior. Consensuaron una mensualidad de 400 euros y no firmaron contrato, confió en su palabra. Pero solo acabarían pagándole los dos o tres primeros meses. Y a partir de ahí para el propietario comenzó su calvario judicial.
El error cometido por el propietario fue no ceder su vivienda con un contrato de arrendamiento en papel (aunque fuese un documento privado entre ellos) la justicia podría interpretar lo escrito y firmado y por tanto dar o quitar razones.
Pero al tratarse de un acuerdo verbal, cabe suponer que ante el juez cada parte mantendrá versiones diferentes. El inquilino sostendrá que se le cedió la vivienda sin ninguna contraprestación. El titular del inmueble por su parte mantendrá que la cesión fue en alquiler y el pago de cierta cantidad monetaria.
Por desgracia, ante versiones contradictorias y sin documentos de por medio., no puede tomar partida por ninguna de las dos partes en litigio y por ello el largo tiempo en litigio. Seguramente este asunto se resolverá vía un acuerdo económico entre las dos partes.
Si el propietario cedió la vivienda a quien consideraba amigo, no se le puede considerar – como hace algún periódico – como okupa, aunque haya dejado de abonar cierto alquiler pactado de palabra.
Ahora el propietario de la vivienda se expone a ser denunciado por la otra parte – inquilinos – y además hacer frente a los desperfectos que causo en la vivienda en su acceso a la fuerza a la misma así como en las propiedades que los inquilinos tuvieran dentro de la vivienda.
Ciertamente resulta triste que el propietario del inmueble tenga que llegar a esta situación, pero mucho me temo que la justicia termine por no darle la razón y pase de ser demandante del amparo judicial a ser condenado a indemnizar a los inquilinos por todos los daños causados.
Saludos:
Me gusta que me hayas informado mas del tema, pero sigo pensando que el propietario es la victima, tu puedes ayudar a un amigo pero este debe saber donde están los limites.
EliminarLo siento, pero el propietario del piso es el que puede decidir totalmente que hacer con el.
Que pena la rotura de una amistad por un desacuerdo económico.
Un Abrazo Amigo!!!!