Amianto, ese indestructible material que mata
Trenes, vagones de metro,
buques, falsos techos, bóvedas, guantes de cocina, tampones, pastillas de
freno, depósitos de agua, jardineras, bajantes, zonas de calderas… Innumerables
son los objetos y lugares que contienen amianto. Un mineral cancerígeno prohibido
en España desde 2002 y del que se cree que queda 2,6 toneladas en todo el país,
según expertos.
Desde 1960 y 1990, tras el despliegue industrial, su uso en la
construcción fue desmedido. Hasta 775 empresas –según datos hechos públicos por El
Mundo en 2002– importaron amianto procedente en su mayoría de
los Montes Urales para abastecer la incesante demanda. Con unas cualidades muy
útiles, ya que es un mineral incombustible, inalterable e indestructible,
fueron numerosos los productos e infraestructuras construidos con este
material.
Sus efectos perjudiciales para la salud, llevaron en 1984 a
iniciar la regulación para su utilización en España. Su
prohibición no llegó hasta 2002. Sin embargo, aunque
a partir de este momento el amianto dejó de utilizarse en nuestro país, lo
cierto es que sigue presente en multitud de
edificaciones construidas con anterioridad a su veto. “Un
estudio realizado en 2010, refleja como todavía hay más
de un millón de edificios con amianto en un nivel alto o muy alto en Barcelona“,
apunta a The Objective Juan Carlos
Paúl Hernández, presidente de AVIDA (Asociación
de Víctimas del Amianto). Y es que aunque prohibido desde hace casi dos
décadas, su retirada no es obligatoria.
Este es de los mínimos estudios que se han realizado hasta el
momento, ya que como informa Paúl se ha investigado muy poco al respecto:
“Desde hace años estamos pidiendo un censo de edificios y lugares donde existe
amianto, sobre todo porque es la primera manera de prevenir que haya más
enfermos. Si estuviera localizado todo el amianto que todavía sigue en nuestro
entorno cada vez que se hiciera una actuación sobre éste la gente podría tomar
las medidas de protección adecuadas”, informa, y hace hincapié: “Lo que está
sucediendo ahora es que la gente manipula el mineral porque desconoce lo que es
y sus consecuencias”.
¿Cuantos afectados hay en España?
“Imposible saberlo”, apunta el presidente de AVIDA. Sin embargo,
fuentes sindicales estiman que hay unos 200.000 afectados
laborales. Una cifra que podría ser mucho mayor ya que no
sólo los trabajadores que manipulan este material pueden contraer una
enfermedad derivada del mismo, las familiares de éstos están igual de
expuestos. Y es que las enfermedades más graves vienen debido a la inhalación
de las fibras suspendidas en el aire contaminado, hebras que pueden también
quedar impregnadas en la ropa de la persona que haya manipulado amianto y ser
transportados con ellos a cualquier parte. Además, Paúl informa que “debido al
tamaño reducido de estos hilos, que aumentados mil veces pueden verse un
poquito más grandes que un cabello humano, pueden estar en el aire por tiempo
indefinido con una capacidad de desplazarse hasta un kilómetro”.
¿Qué enfermedades produce el
amianto?
Desde AVIDA informan que las enfermedades más graves son cáncer
de pulmón, laringe, de ovarios o testículos, cáncer de mesotelioma o asbestosis, considerada
como la primera enfermedad pulmonar que se relacionó con el amianto y puede
producir incapacidad y muerte.
De esta forma, la polémica del amianto en España es de
largo recorrido, sin embargo, se avivó hace varios días al constatarse la
presencia de este mineral en algunos vagones del Metro de Madrid y
el diagnóstico de cáncer de pulmón en un trabajador.
Alfonso Blanco, de 60 años, lleva 28 trabajando como
empleado de mantenimiento en Metro Madrid. “Durante todo este tiempo, hasta el
año pasado, hemos estado manipulando y limpiando piezas con amianto sin
protección”, cuenta a The Objective en
las instalaciones de CCOO del suburbano. Blanco trabajó como compañero de
la primera persona a la que le han reconocido la enfermedad profesional a
causa de la exposición a amianto. “Es mi mejor amigo, está bastante mal, muy
afectado, recibiendo quimioterapia y radioterapia”, nos relata con la voz
entrecortada debido a la “rabia e impotencia” contenida ya que, asegura, ha
habido una “dejadez y un desconocimiento por parte de nuestros responsables”. “Nunca
nos informaron ni formaron para trabajar con este material y
ahora las consecuencias las sufrimos nosotros”
Los principales materiales que contienen este mineral son los famosos ‘apagachispas’, un componente eléctrico localizado en los coches CAF de la serie 5.000, 3.000 y 2.000, el resto de lugares que pueden contener amianto es todo suposiciones. Y es que desde los sindicatos luchan para que se haga un estudio para saber a ciencia cierta qué contiene amianto y qué no. “Hasta el momento se han identificado 88 trenes con amianto en el ‘apagachispas’, el problema es que en el resto del tren no sabemos con seguridad donde está”, cuenta a este periódico el portavoz del sindicato de Maquinistas de Metro, Juan Antonio Ortiz.
–¿Pueden estar los viajeros expuestos al amianto y a sus consecuencias? –pregunto.
–Claro que si –responde Ortiz sin dudarlo–. Creemos que también está en los revestimientos de las puertas y en los túneles, ya que los frenos pueden contener este material y al frenar pueden desprender fibras. Además, sabemos que también está en la bóveda de 65 estaciones.
Por su parte Metro Madrid ha asegurado que retirará “paulatinamente” los vagones con amianto –hasta el momento todos se encuentran en circulación–. Algo que tendrá un coste de 140 millones de euros y una prolongación de diez años.
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