lunes, 16 de julio de 2018

Alimentos que se pueden comer caducados

10 alimentos que se pueden comer “caducados”

La mayoría de alimentos se deterioran con el paso del tiempo, pierden sabor, color, olor, se endurecen… Pero muchos lo hacen sin que esto suponga un peligro para el consumidor. Te contamos la diferencia entre fecha de caducidad o de consumo preferente y te decimos 10 productos que, mientras no estén abiertos, puedes consumir después de su fecha.
Los alimentos pueden tener fecha de caducidad o fecha de consumo preferente. La diferencia es muy clara: si se consumen después de su fecha, los primeros pueden poner en riesgo nuestra salud mientras que los segundos no son peligrosos.
No hay problema por consumir estos 10 alimentos con fecha de consumo preferente días o semanas después, mientras no estén abiertos ni presenten signos de estar deteriorados. Eso sí, puede que tengan peor sabor o textura:
  1. Yogures.
  2. Pan de molde.
  3. Patatas fritas y frutos secos.
  4. Bollos y galletas.
  5. Refrescos y alcohol.
  6. Pastas, arroces y legumbres.
  7. Mermelada y mantequilla.
  8. Embutidos y quesos curados.
  9. Sopas y salsas de sobre.
  10. Envases de tomate.

Alimentos calificados como “no perecederos”

Por otro lado, hay alimentos que no llevan ni fecha de caducidad ni fecha de consumo preferente, como por ejemplo: las bebidas alcohólicas con una graduación superior a un 10% del volumen; frutas y hortalizas fresca; pan y bollería de consumo en 24 horas, vinagre, sal, azúcar, chicles... Eso no quita que se estropeen al cabo del tiempo, pero no tienen obligación de llevar una fecha de caducidad.
Concretamente las bebidas alcohólicas algunas sí que se estropean con el paso del tiempo, aunque sean años, por lo que las organizaciones de consumidores venimos defendiendo que deberían llevar fecha de consumo preferente. Hay vinos que lejos de mejorar se estropean con el tiempo y aunque no suponga un riesgo para la salud, merma mucho la calidad del producto.
Para las frutas y las verduras, tu paladar es el mejor juez: el aspecto, el sabor, la textura y el olor del alimento permiten saber en qué estado se encuentran. Echa un vistazo y cómetelas si no están exageradamente pochas o deterioradas. Es importante retirar las zonas podridas o enmohecidas, quitando un buen trozo a su alrededor, al menos un centímetro o incluso algo más.

Cuidado con la carne y el pescado

Con lo que sí debes tomar precauciones es con la carne y el pescado, que se ponen malos rápidamente. Pasada la fecha de caducidad, hay que abstenerse de comer carnes, pollo, pescado o queso fresco. El riesgo puede presentarse incluso antes de esa fecha si los alimentos no se han conservado a temperaturas adecuadas. Existe la posibilidad de que sean portadores de microbios y algunos de ellos, al proliferar, desencadenen intoxicaciones y enfermedades.

2 comentarios:

  1. Ciertamente no hay que ser obsesivo con las fechas de consumo que llevan algunos productos, ya que pasada está data, se pueden consumir – tal como señala el artículo.

    Pero no cabe duda que la alimentación más sana consiste en tomar alimentos frescos, y cuanto más variada sea la dieta mucho mejor. Es lo que en esencia conocemos como dieta mediterránea.

    Pero las exigencias de la vida moderna ha influido en los patrones de las compas, de ir de compras a los mercados – varias veces a la semana – se ha pasado a realizar la compra para toda la semana de una sola vez y preferentemente en supermercados y grandes superficies.

    Los alimentos más perjudicados para nuestra dieta diaria son los que se venden en frescos, ya que muchos de ellos con el tiempo despiden malos olores o se pudren.

    Por el contrario los alimentos ya elaborados van ganando peso en nuestras dietas y por tanto los consumidores están más pendientes de las fechas de caducidad o consumo de estos productos.

    Sin embargo sobre el tema de las fechas de caducidad o consumo preferente, muchos consumidores aún están desorientados y como consecuencia de ello muchos productos que pueden ser consumidos, sin peligro para la salud, salen del frigorífico y acaban en la basura.

    Un desperdicio económico, que por falta de información al consumidor cada vez se ve incrementando y que parece que con el paso del tiempo va a tener más dificil solución.


    Saludos:

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  2. Pienso igual que tu Jomaral.
    Yo soy de la que las compras las hago en las tiendas de barrio, casi diariamente, me dan de comer y yo les doy a ellos. No cambio una frutería de barrio, cuando me saludan por mi nombre, por una gran superficie que no sabes ni lo que coges. Es posible que paguemos un poquito mas, pero también es seguro que nos sale mas barato, puesto que compramos lo justo que comemos. Un abrazo Amigo!!!

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