La Guardia Civil cree que los empleados de la empresa
funeraria El Salvador, de Valladolid, metían los cadáveres en cajas baratas
antes de la cremación y revendían las caras
Quince
personas han sido detenidas en Valladolid en una operación que la Policía Nacional
y la Agencia Tributaria mantienen abierta por una supuesta estafa en la que,
al parecer, empleados de la empresa funeraria El Salvador incineraban a
los fallecidos en ataúdes más baratos que los adquiridos por
las familias. Al parecer, aprovechaban la debilidad y la falta de
atención de los allegados de los fallecidos en esos duros momentos antes de la
cremación para dar el cambiazo y meter el cadáver en una caja barata,
guardando la cara para revenderla.
La Delegación del
Gobierno en Castilla y León ha confirmado esta operación que ha comenzado a las
8:00 horas de este jueves, mientras que fuentes del caso han informado de
que las actuaciones se están desarrollando en el tanatorio que la funeraria
tiene en Valladolid, situado en el cementerio de El Carmen donde se encuentran
más de una veintena de policías y miembros de la Agencia Tributaria.
Además, los
agentes están realizando registros en las dependencias que la empresa tiene en
la céntrica calle Angustias, en la capital, así como en otra en el municipio
vallisoletano de Santovenia.
También se han
producido registros domiciliarios simultáneos en las viviendas donde viven
algunos de los detenidos, según han informado fuentes del caso.
La investigación,
que trata de determinar si los empleados de la funeraria cambiaban los ataúdes
comprados por los familiares por otros de menor precio en el momento de la
incineración, se inició en 2017 aunque la operación y los registros han
comenzado este jueves por la mañana, según las mismas fuentes, que han indicado
que existe secreto de las actuaciones decretado por el juzgado que investiga el
caso.
Al parecer,
los empleados se dedicaban a reutilizar los ataúdes, incinerando a los
fallecidos en féretros más baratos de los elegidos por las familias.
Los investigadores no descartan tampoco que la empresa reutilizara
las coronas de flores que se desechaban tras las incineraciones para
otros velatorios.
En las
inmediaciones del tanatorio El Salvador hay agentes y vehículos policiales, así
como familiares de fallecidos que acuden a despedir a sus seres queridos.
Llamarles sinvergüenzas es poco, esta gente merece el rechazo de toda la sociedad. No se puede hacer negocio de esa manera con el dolor ajeno.
ResponderEliminarLa investigación judicial acaba de comenzar y aun resulta prematuro cuantificar hasta cuanto puede ascender el fraude, pero el hecho que la policía se haya incautado una suma de más de 900.000 Euros en efectivo, hace suponer que estamos ante un fraude de millones,
Episodios como este te dejan helado pues uno no se espera detrás del dolor por el óbito de un familiar, hayo unos desaprensivos que a escondidas de familiares negocien con los féretros y coronas de flores de sus allegados.
Saludos: