Movilización
en defensa del expolicía que se enfrentó a sus asaltantes y le piden 20 años de
cárcel
Casimiro
Villegas se sienta en el banquillo el 18 de marzo y sus compañeros se
concentrarán en la Audiencia para arroparle
Ocurrió en las
Navidades de 2012. Habían pasado 21 meses desde que cinco hombres
entraran a su casa a robar. El expolicía
Casimiro Villegas estaba derrotado, ya no aguantaba más, dice. Por
eso pensó en quitarse la vida. Unas semanas antes el magistrado del juzgado
número 7 de Dos Hermanas (Sevilla) le había procesado por un delito de lesiones
de dolo eventual y por cuatro de lesiones graves.
Aquel
día, cuando faltaba poco para acabar el año, Casimiro, ex policía local de
Sevilla, entró en el cuarto de baño de su vivienda, puso su arma debajo de la
barbilla, lo encaró hacia el techo y apretó el gatillo. Click.
El seguro del arma de Casimiro evitó que
una bala le reventara la cabeza. Un instante después, su mujer, Estefanía
Gallardo, entró en el baño, se acercó a él lentamente y le arrebató con
suavidad la pistola.
Ahora han pasado casi siete años de aquel intento de suicidio de Casimiro.
En marzo de 2019, cuando está
previsto que se celebre el juicio por aquel suceso, se habrán cumplido ocho
desde que cinco hombres encapuchados accedieron al chalet de este hombre para
robarle. Casimiro, que dormía junto a su esposa, se despertó y se enfrentó a
ellos. Primero a golpes y, ya al final, a tiros.
Hirió de bala a tres de los delincuentes.
La Fiscalía de
Sevilla pide 20 años de prisión para Casimiro Villegas. También exige que
indemnice a los presuntos ladrones con 300.000 euros como su responsabilidad
civil. Para los cuatro asaltantes de su casa -a uno no se le pudo identificar-
solicita penas que van de los tres a los cinco años de reclusión.
En
todo este tiempo, Casimiro se ha jubilado, se le han embargados todos sus
bienes y la pensión, le han diagnosticado un Trastorno por Estrés Postraumático
(TEPT) y tiene una hernia discal a causa de los politraumatismos que le
produjeron los asaltantes. Su mujer también padece TEPT por el estrés que vivió
durante el asalto de aquella madrugada. Ahora, Casimiro y ella duermen cada
noche con un cuchillo debajo de la almohada
A noche vi en TV la noticia sobre este caso y también quedé sorprendido por las penas que pide para él la fiscalía. Entiendo que atendiendo a las acusaciones que pesan sobre el policía, el fiscal pedirá la pena máxima que contempla el código penal.
ResponderEliminarA primera vista dicha conclusiones provisionales de la fiscalía parecen exageradas, si bien hay que tener en cuenta que dicho señor es policía y en cuanto al uso del arma reglamentaria a de atenderse a las normas internas del cuerpo. ¿Cómo explicar que estando fuera de servicio mantenga en su domicilio el arma reglamentaria?
Leyendo en Internet la noticia se desprende que los delincuentes entraron en su domicilio, a los que hizo frente por medio de pelea con mordiscos, arañazos, puñetazos, etc. Pocos minutos después, cogió su arma reglamentaria y se identificó como policía.
Los cacos salieron de la casa y ya en la calle uno de ellos disparó un arma a lo que el policía respondió abriendo fuego contra las ruedas de la furgoneta que estaba fuera del domicilio, para que no pudieran utilizarla, como consecuencia de ello uno de los tiros alcanzó a uno de los asaltantes, y finalmente escaparon todos.
Es triste que este hombre se enfrente a un juicio con un una petición de condena tan elevada, de momento, como toda persona goza de la presunción de inocencia, y por tanto me parece excesiva la publicidad que en medios sociales este caso está obteniendo.
Esperemos que tenga lugar el juicio y en función de las pruebas periciales expuestas en la sesión oral del juicio, las partes – fiscal y defensa – elevaran sus conclusiones finales que son las que los jueces tendrán en cuenta para el veredicto final.
Ojala el caso se resuelva bien para este pobre servidor público.
Saludos:
Amigo, mi problema es que yo no creo mucho en la justicia.
ResponderEliminarUn Abrazo!!!!