La escalerica de San Fermin

El jueves era la escalerica de San Fermín

6 del 6, penúltimo para las grandes Fiestas.

Tenemos la costumbre de festejar cada escalón, con los amigos, con la cuadrilla.

Un par de brindis y a esperar la próxima.

Esta vez, ha sido muy raro, todavía estoy esperando a verme en algún programa de la ETB con cámara oculta para hacer reír al personal.

Desde el curro, y en el grupo del wasad, empezamos a bromear.

* El primero lo paga cada uno.

* El segundo y los demás también.

* El que llegue el primero que coja nuestra mesa

* etc., etc.

Salgo de trabajar y me voy directa, con ganas de juerga, de reírme y pasar un buen rato.

El bar hasta los topes, pero da la casualidad que nuestra mesa está vacía, que raro, como si me estuviera esperando.

Me pido mi víno con pintxo y me siento toda feliz.

La mesa se compone de banco en un lateral y 4 sillas.

Sigue entrando gente y más gente, pero  ningún rostro para mi mesa.

A los 20 minutos, ya me empiezan a preguntar,

-          ¿Está ocupada la silla?

-         Sí, estoy esperando a unos amigos.

Cojo el periódico, me hago el sudoku, el crucigrama y siguen viniendo gente a preguntarme si están ocupadas.

Para las 9, con la copa vacía, el periódico garabateado, y sin ninguna silla en mi mesa, me levanto toda digna, recojo la mesa para dejarlo en la barra, que por cierto antes de coger el bolso, ya se  estaban sentando en mi banco vacio.

Y salgo toda feliciana por la puerta, buscando la furgoneta de la TV, las cámaras, los focos, pero no, no hay nada.

Solo grupos de gente riéndose y charlando amigablemente con la copa en la mano.

Y pienso, ¿que hago?, ¿me voy a otro garito, me voy a andar, me subo a casa?

Ganó el me subo a casa, con una calle llena de desconocidos y todavía de día enfilo hacia el ascensor.

Me pongo el pijama tras encender el fuego para hacer una hermosa tortilla de patatas, que en mi pensamiento me la iba a comer entera.

Cuando ya estaba cuajando, se empiezan a oír los sonidos del wasad.

Uno, otro, otro y mas.

Sin leerlos, me puse hasta las orejas de tortilla, con un buen vino, y brindando con la serie “Aquí no hay quien viva”.

Y otro día más para nuestras espaldas.

Aviso, si veis “Vaya semanita” en la tele con una mesa muy grande, con solo una comensala, sin ninguna silla, rodeada de gente de pie,que le miran de reojo para ver si se levanta de una vez….

ESA SOY YO
Moraleja, todo lo que tengas que contar con alguien para hacerlo, MALO!