lunes, 10 de junio de 2019

Relacion entre la vagancia y las noticias falsas



Por vagancia nos tragamos las noticias falsas.

Si estamos en la selva y presentimos un peligro, nuestro cerebro pone en marcha todos los mecanismos automáticos para salvarnos. Para cuando queramos reflexionar, ya nos habremos subido a un árbol. Si nos topamos en las redes sociales con noticias, ¿cómo reaccionamos? Parece que como si estuviéramos en la jungla, porque seguimos con el pensamiento automático activado. Y eso explica por qué se nos cuelan informaciones falsas. ¿Dónde está la división? Pensar o no pensar 

Una reciente investigación de dos psicólogos estadounidenses asegura haber encontrado “evidencia inequívoca” de que es la vagancia, más que la ideología, la que entra en juego cuando nos enfrentamos a las fake news. La conclusión es llamativa, porque una de las tácticas habituales de los creadores de este tipo de informaciones es generar contenido político altamente partidista para conseguir la interacción. A priori, tendría más sentido creérselas utilizando algún tipo de pensamiento reflexivo del tipo claro, esto es lo que yo pensaba. Aquí está el titular que lo confirma. Pero los datos del estudio no avalan esta teoría.

La comunidad científica está dividida respecto a qué nos impide identificar las noticias falsas. Un grupo sostiene que nuestra capacidad de razonar queda secuestrada por nuestras convicciones. El otro, que no ejercitamos nuestro espíritu crítico, tal y como sostienen Pennycook y Rand.


Este debate académico es muy relevante porque dependiendo de cuáles son los mecanismos que se activan en nuestra cabeza, habrá que diseñar políticas diferentes para luchar contra la desinformación de manera efectiva. 

“Comprender por qué la gente se cree las fake news nos ayuda a identificar cuál de todas nuestras debilidades mentales es la responsable de la distribución de estas noticias. Por ejemplo, si la gente se las cree porque aplica el razonamiento para autoconvencerse de que son verdad (que no es lo que los datos nos dicen), trataríamos de conseguir que las personas fueran menos partidistas. Si la gente se cree las noticias falsas porque simplemente no reflexionan mucho, (como nos dice nuestra investigación), entonces tendremos que tratar de que piensen de manera mas crítica cuando navegan por las redes sociales”. 

¿Tiene sentido entonces dedicar esfuerzos al fact checking teniendo en cuenta que actuamos como gandules y encima cuando nos presentan datos que no nos cuadran nos

Entonces, ¿el ser humano es vago por defecto? “Yo lo expresaría de otra manera”, contesta Pennycook. “Nuestro cerebro funciona de manera eficiente por defecto. El pensamiento crítico requiere de recursos mentales y si las respuestas son intuitivas, entonces el cerebro pasa a modo automático. Lamentablemente esta tendencia adaptativa implica también que, en ciertos contextos, la gente no se para a pensar cuando realmente debería haberlo”.

El hábitat de la desinformación

El fenómeno de la información falsa existe desde hace más de 100 años, desde que surgieron los primeros tabloides. Sin embargo la cuestión se ha vuelto crucial ante la difusión sin precedentes a través de las redes sociales. ¿Es posible que este hábitat natural de las noticias falsas facilite el pensamiento perezoso? Al fin y al cabo, las redes sociales se utilizan para pasar el rato, entretenerse, estar conectado con los amigos... y la forma de consumir noticias es bastante light y superficial. “La gente no las utiliza con un espíritu crítico aunque tampoco podemos determinar si aumentan la pereza intelectual o la facilitan”, explica Pennycook.

Muchos estudios de psicología cognitiva han demostrado que el razonamiento ayuda a formarse ideas correctas. La gente más analítica, los que no dan por buena su primera respuesta intuitiva, son menos supersticiosas, menos dadas a creerse teorías conspirativa y son más escépticas ante frases aparentemente profundas pero sin sentido como la totalidad calma los fenómenos infinitos. (Puedes generar tu propia frase absurda en esta web de bullshit generator).

¿Tiene sentido entonces dedicar esfuerzos al fact checking teniendo en cuenta que actuamos como gandules y encima cuando nos presentan datos que no nos cuadran no nos venimos arriba (se conoce como el backfire effect). Pennycook cree que sí. “Cuando alguien se para a pensar si algo es cierto o no, tener la posibilidad de hacer una búsqueda en internet sobre la veracidad de esa información es tremendamente útil”.

¿En qué consistió el estudio?

Pennycook y Rand preguntaron a cerca de 3.500 personas sobre la veracidad de 15 titulares. La mitad correspondían a noticias reales y la otra mitad, a falsas (en ambas categorías había algunos titulares favorables a los demócratas y a los republicanos). Entonces preguntaban:

  • 1. ¿Has visto esta información antes?
  • 2. Según tu conocimiento, ¿cómo de preciso es el titular?
  • 3. ¿Compartirías esta noticia?

Luego, los participantes realizaban una prueba de reflexión cognitiva. ¿Resultado? “Los individuos más analíticos calificaron las noticias falsas como menos exactas, independientemente de si estaban alineadas o no con sus preferencias políticas”.

También se encontraron con alguna sorpresa: “las personas eran más precisas a la hora de identificar si una noticia era falsa que una verdadera. Dicho de otra forma: la gente era demasiado escéptica respecto a los medios de comunicación principales”.

 

2 comentarios:

  1. En esta era de la tecnología estamos expuestos a las informaciones que recogen tanto las redes sociales como los medios de comunicación desde Internet. Es tanta la información que llega a la gente que sus cerebros casi no tienen tiempo para analizarla en profundidad.

    Por tanto resulta más sencillo aceptar la información que resulta coincidente con nuestra manera de pensar o por convicciones, que ejercitar nuestro espíritu crítico y analizar dicha información.

    El pensamiento crítico se basa en el proceso de usar el conocimiento y la inteligencia para llegar a una postura razonable y justificada sobre la información recibida,

    Dado el ritmo de vida en el que vive la sociedad actual resulta sumamente complicado detenerse a razonar sobre la cuantiosa información que se recibe. Y por otro lado las redes sociales son usadas como medio de entretenimiento y comunicación con las amistades, lo cual hace que la gente le da poco tiempo a analizar la veracidad de cuanto le llega desde la red o medio de comunicación virtuales.


    Saludos:

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    1. Si de algo estoy segura, amigo, es que a ti no te pasa.
      Cada noticia que lees, la cuestionas y te informas al respecto.
      Tu si que eres un gran amigo para conversar.
      Un Abrazo!!!!

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