viernes, 18 de mayo de 2018

James Harrison - Un buen Samaritano



James Harrison, el donante de sangre mágica, se retira tras salvar a 2,4 millones de bebés

James Harrison ha salvado la vida a 2,4 millones de bebés y podría seguir aumentando la cifra, pero le ha llegado el momento de retirarse. Este australiano de 81 años es conocido en su país como 'el hombre del brazo de oro'. Y no es para menos: lleva donando sangre una vez cada dos semanas desde hace 60 años, lo que suma más de 1.100 extracciones, pero es que encima contiene unos anticuerpos muy poco comunes que son imprescindibles para elaborar la vacuna Anti-D, clave para combatir la enfermedad de Rhesus.

Solo 160 personas en Australia poseen dicho tipo de sangre, y ninguna se ha solidarizado en tal medida como Harrison. A él le marcó mucho un accidente que sufrió cuando tenía 14 años y por el que le tuvieron que hacer muchas transfusiones de sangre de desconocidos. Más de 13 litros precisó después de haber sido sometido a una complicada operación en la pared torácica. Agradecido, decidió ser él quien aportara su grano de arena nada más llegar a la edad adulta.

¿Pero por qué se retira? No porque quiera, sino porque la ley australiana fija su edad como tope legal para seguir donando sangre. La Cruz Roja Australiana le ha dedicado numerosos agradecimientos y en 1999 recibió la Medalla de la Orden de Australia "por su increíble y continuo apoyo al Servicio de Sangre y al programa Anti-D".

"Espero que sea un récord que alguien rompa, porque significará que están dedicados a la causa", afirmó Harrison tras su última donación, en el Centro de Donaciones de Sangre del Ayuntamiento de Sidney. "Échenme la culpa por el aumento de población. Yo seguiría haciéndolo si me dejaran", bromeó.

Según cálculos de la Cruz Roja, el 17% de las embarazadas australianas precisan de la vacuna Anti-D para que sus hijos no nazcan con problemas sanguíneos y un alto riesgo de mortalidad. Solo es reducido grupo de 160 personas contienen en su plasma los anticuerpos necesarios para elaborar dicha vacuna. De acuerdo con la hipótesis de los investigadores, Harrison los 'fabricó' a raíz de aquellas transfusiones que recibió de gente anónima cuando era adolescente. Ya ha devuelto el favor con creces.

2 comentarios:

  1. Mi enhorabuena a este buen samaritano por su labor solidaria para con seres humanos.
    Lo que más me sorprende de esta noticia es el hecho que tras 60 años donando sangre su salud no se haya resentido y más si tenemos en cuenta el dato de hacer extracciones cada quince días aproximadamente.

    Mi experiencia en la donación de sangre no fue tan positiva; comencé dando plaquetas para un familiar aquejada de anemia. Cuando ella se recuperó me quede como donante de sangre.

    Acudía a la extracción al ambulatorio una vez por trimestre, me sentía bien en cuanto a salud y feliz de mi labor solidaria, Así estuve un par de años. Pero en una analítica rutinaria se me detecto una anemia ferropénica, falta de hierro en sangre, y sin embargo en mi actividad diaria no llegue a sentir cansancios ni desfallecimientos,

    Desgraciadamente a fecha de hoy mi salud aun arrastra los efectos de la anemia, por lo que por consejo sanitario tuve que dejar mi labor solidaria para con los demás.

    Al menos me congratulo por la labor del Sr. Harrison, con mis deseos que en los años venideros mantenga una buena salud y calidad de vida.


    Saludos:

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    1. Todos le deseamos una buena calidad de vida, puesto que se la ha ganado a pulso ayudando a los demás.
      Igual que tu, que dejaste de hacerlo por impedimentos de salud, no por gusto propio.

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Gracias