lunes, 18 de mayo de 2020

Las secuelas del confinamiento


Sí, una de las secuelas del confinamiento en los vecinos.

No todo son alegrías, aplausos desde los balcones y una convivencia feliz como en las películas.

Como os recuerdo soy la presidenta de mi comunidad desde hace tiempo, y además de ayudar en las gestiones, la mayoría de los vecinos saben que pueden contar conmigo.

Hoy, estando trabajando, apunto de salir, me ha llegado una vecina, de edad avanzada, llorando y con la mascarilla mojada por las lagrimas.

Acababa de tener una bronca terrible con su vecina de enfrente del patio.

Tras conseguir que se calmara y me lo explicara me cuenta que han empezado a insultarse porque la ropa tendida de ambas, por culpa de los tendederos puestos demasiado cerca, se rozaban.

De ventana a ventana han subido de tono los insultos, ya no eran 2, sino las 2 familias al completo a ver quien decía la barbaridad mas grande.

Ha debido de ser la de enfrente, porque la otra ha cogido un martillo y ha llamado a la puerta, al salir la mujer le ha amenazado con el y mientras una de las hijas le grababa.

No, no es una película de Almodobar, ha pasado hoy a las 13:00 horas en mi bloque.

Se han juntado los maridos y ya los demás vecinos viendo lo peligroso de la situación han llamado a la policía.

Cuatro agentes en una vivienda y en otra, me imagino que intentando mediar, pero no lo han conseguido mucho.

Mi vecina me dice que han ido a poner una denuncia a la Policia Foral con toda lo documentación gráfica que tenían.

Y llorando a lagrima viva, me dice que por favor haga algo, que su marido está muy mal (ya ha tenido dos sustos fuertes de enfermedad).

La he tranquilizado y le he mandado para casa, que tranquilizara a su marido que iba a intentar hacer todo lo posible.

Son las 20:00 horas y lo he conseguido.

Lo primero que he hecho es llamar a los de la denuncia, y aunque estaban a punto de entrar en la comisaria les he convencido para que primero hablaran conmigo.

He hablado con ellos.

Luego con los otros.

He vuelto a hablar con los primeros.

Luego con los segundos.

En casa de los primeros he buscado una solución. Me ha costado, pero al final lo han aceptado.

He ido a casa de los segundos, les he explicado la solución y aunque con trabajo, también aceptado.

No os voy a explicar todo lo que he hablado, empezaríais a bostezar, lo mejor ha sido el resultado.

Denuncia sin tramitar y posible convivencia pacífica poniendo todos de su parte.

Y que sepáis que uno de mis argumentos ha sido el confinamiento y la ansiedad que nos está creando a todos.

Lo siento por el rollo que os he metido, pero hoy me siento orgullosa de mi, jaja, es que no tengo abuela.

Hoy el mundo puede girar, me gusta un poquito mas.


2 comentarios:

  1. ¡Eres maravillosa!
    Tienen suerte de tener una presidenta como tú.








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  2. #Este virus lo paramos unidos.

    ¡bravo por la presidenta de su comunidad!
    Has hecho una labor de mediación ejemplar y has logrado que los ánimos exaltados de las dos familias, primero, y luego de los vecinos por tu saber hacer han quedado en un remanso de tranquilidad.

    Esta claro que este confinamiento masivo ha propiciado en ciertas comunidades más desavenencia vecinales, y en estos casos la labor de un mediador, siempre que sepa hacer su misión, puede ayudar a calmar los ánimos y a aportar soluciones al conflicto que sean satisfactorias para todos las partes.

    Enhorabuena, amiga, por tu colaboración en la solución del conflicto acontecido en tu comunidad y que la paz vecinal vuelva a reinar entre todos.

    Saludos:

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Por favor, todo comentario o escrito CONSTRUCTIVO, espero entre todos no avergonzarnos de ponernos al nivel de los que no queremos.
Gracias