El viernes a la noche, me llamo una amiga y me dijo, preparada mañana a las 10!, te recojo y me acompañas a Etxauri, tengo que hacer una gestión y me tienes que acompañar, no admito un no por respuesta.
Le di vueltas a la cabeza, pero al final me quité el pijama, zapatillas y a las 10 preparada.
Me alegro de haberlo hecho, no tiene nada que ver el confinamiento en un zulo entre torres de viviendas y el mismo, rodeados de aire , tierra y montañas.
Cogí una batería cargada en lento para mi vuelta, que felicidad, que poco necesitamos ahora para vivir.
Hasta la gente que andaba por las callejuelas tenían otro color, niños, cochecitos, bicis, motos, todos disfrutando de un sábado cualquiera.
Pero para mí no era un día habitual, mi sensación era de envidia, seguro que ellos tienen menos secuelas que los del asfalto.
Tomamos una cervecica en una terraza con las montañas de vistas y aquello fue como una ventana al cielo.
Mañana comenzamos aquí la Fase 2, a ver si notamos diferencia.
Lo mas grande es que solo estaba a 15 minutos de mi cabaña.
Hoy, si paráis el mundo, quiero una parada en un pueblo que me acoja.
#Este virus lo paramos unidos.
ResponderEliminarClaro que no tiene nada que ver pasar los días encerrado en casa que pasar una jornada entre tierras, montañas y sin prisas.
Estar en cuarentena no significa que debamos confinarnos en nuestras y salir solo por cuestiones puntuales.
Hoy que estas en la ciudad abras notado cuan diferente es el ambiente que te rodea del vivido en el pueblo, que seguro sus habitantes no tendrían limitaciones horarias para salir y relacionarse con el vecindario.
Por fortuna para ti, hoy estais en la 2ª fase de desescalada y no estarás limitada por el régimen horario de aquellos territorios que continúan en la fase 1.
Saludos:
Así es, pero de verdad que no tiene nada que ver el ambiente de la gente de asfalto con los del pueblo.
ResponderEliminarEso sí, que me quiten lo bailao.
Un Abrazo grande!!!!!