martes, 20 de agosto de 2024

Capitulo 6 - "El Eco del Pasado"


 

Capítulo 6: "El Eco del Pasado"

Los días siguientes transcurrieron en una extraña mezcla de calma y tensión para Edurne. Durante el día, su vida seguía su curso habitual, pero en cuanto la oscuridad caía sobre la ciudad, su mente volvía a esa sala subterránea, al espejo cubierto por el paño y a los símbolos grabados en las paredes. Cada noche, el recuerdo del pasillo oscuro y del aire denso la mantenía despierta hasta altas horas de la madrugada, y la llave oxidada nunca estaba lejos de su alcance, como si temiera que algo pudiera reclamarla.

Una tarde, después de pasear por la ciudad intentando distraerse, regresó a casa sintiéndose extrañamente intranquila. Al entrar en su apartamento, notó que algo había cambiado. Era sutil, pero indiscutible: un ligero desorden en las cosas, una sensación de que alguien había estado allí en su ausencia.

Edurne recorrió el apartamento con cuidado, buscando señales de intrusión, pero no encontró nada fuera de lugar, excepto... el espejo. El pequeño espejo que había comprado en la tienda de antigüedades ahora mostraba una ligera grieta en su superficie. La grieta no estaba allí antes, de eso estaba segura. Se acercó para examinarla y, al hacerlo, sintió una extraña conexión entre ese espejo y el que había encontrado en el sótano.

Algo dentro de ella le decía que debía volver al sótano, aunque una parte de su mente intentaba convencerla de lo contrario. Pero la curiosidad, y quizás algo más, la impulsaron a tomar de nuevo la linterna y la llave. Bajó las escaleras con una mezcla de temor y determinación, consciente de que estaba a punto de enfrentarse a algo que no comprendía del todo.

La puerta en el sótano se abrió con el mismo chirrido lastimero, y el pasillo oscuro la recibió con su silencio habitual. Avanzó con más confianza esta vez, los símbolos en las paredes ya no le resultaban tan inquietantes como la primera vez. Cuando llegó a la sala circular, encontró el espejo exactamente como lo había dejado, cubierto por el paño viejo.

Pero esta vez, no se detuvo en el espejo. En su lugar, dirigió la luz de la linterna hacia las paredes de la sala, buscando más pistas. Los grabados en las piedras eran aún más intrincados en esta habitación, y a medida que los observaba, Edurne comenzó a notar un patrón. Las figuras parecían contar una historia, una que involucraba al espejo en el centro de la sala.

Los grabados mostraban a personas de pie ante el espejo, sus reflejos revelando cosas que no podían verse en el mundo real. Algunos reflejos mostraban escenas de un pasado lejano, otros, imágenes de lugares desconocidos. Pero había una figura en particular que se repetía en varias escenas: una mujer alta, envuelta en sombras, que siempre parecía estar al otro lado del espejo.

El corazón de Edurne comenzó a latir más rápido. Esa figura le resultaba extrañamente familiar, como si la hubiera visto antes. De repente, un eco resonó en la sala, un susurro suave que parecía provenir del propio espejo.

"El pasado nunca se queda enterrado..."

Edurne dio un paso atrás, alarmada. ¿Había escuchado realmente una voz? La sala seguía en completo silencio, salvo por el eco de sus propios pensamientos. Pero el susurro había sido tan claro, tan real.

Con un temblor en la mano, retiró el paño del espejo. El vidrio estaba intacto, pero cuando dirigió la luz de la linterna hacia él, vio algo que le cortó la respiración: en lugar de su propio reflejo, el espejo mostraba la sala tal como era, pero había una figura más. Allí, de pie detrás de ella, estaba la misma mujer que había visto en los grabados, alta y envuelta en sombras, observándola con ojos que no podía ver.

Edurne giró rápidamente, pero no había nadie detrás de ella. El espejo seguía mostrándola a ella y a la figura, como si el pasado y el presente se hubieran entrelazado de una manera imposible.

Temblando, retrocedió lentamente, sin apartar la vista del espejo. Sabía que había desenterrado algo más que un simple objeto antiguo. Había tocado un secreto oculto en las profundidades de su edificio, un eco de un pasado que aún tenía algo que decir.

Pero, ¿estaba lista para escucharlo?

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