domingo, 25 de agosto de 2024

Relatos Comunidad de Vecinos - Capitulo 1

 


Día 1: "La Presidenta de las Alturas"

En la Comunidad del Buen Vivir, el poder no solo se ejerce con mano firme, sino también desde las alturas, literalmente. Maruja Fernández, la presidenta vitalicia de esta particular comunidad, vive en el piso más alto del edificio, el ático sin balcones. Desde allí, Maruja observa su reino: un mar de tejados donde los gatos pasean como si fueran los dueños del mundo y las antenas parabólicas apuntan hacia el cielo en busca de algún canal que nunca encuentran.

El piso de Maruja es un pequeño refugio lleno de plantas, que han colonizado cada rincón. Ella dice que las plantas "hablan" y que le cuentan todos los chismes que escucha desde su ventana. Y no es para menos, porque desde allí arriba se tiene una vista privilegiada de todos los tejados vecinos, donde se entrecruzan las vidas de todos los que habitan este enrevesado edificio.

Maruja, a pesar de su elevada posición, sigue siendo la vecina a la que todos acuden, aunque sea con una mezcla de rencor y dependencia. “¿Quién va a organizar la junta si no es Maruja?”, se preguntan los vecinos. “¿Quién se va a acordar de quién debe qué?” Y aunque nadie lo admite abiertamente, saben que sin ella, la comunidad caería en un caos aún mayor del que ya es.

Día 2: "Los Corrillos de las Alturas"

Desde el ático, Maruja no solo cuida sus plantas, sino que tiene una vista perfecta de las corrillos de las abuelas. Con su pequeña libreta, apunta cada pequeño incidente, cada movimiento sospechoso. No es que sea una cotilla, es que tiene que estar preparada para la siguiente junta, porque, como dice ella: "Un presidente informado es un presidente eficaz".

En el segundo piso, las abuelas siguen con sus tertulias diarias. La señora Conchita, que lidera con la sabiduría de quien ha vivido mucho y ha visto más, está especialmente intrigada por el nuevo inquilino del segundo. “No sé, Maruja, lo veo raro, y esas cajas que lleva... ¿Qué tendrá ahí? ¿Cosas robadas?”, le susurra a Paquita. Y mientras tanto, la señora Asunción frunce el ceño al recordar que la semana pasada también le vio bajar con una bolsa negra sospechosa. Maruja, por supuesto, ya tiene todo esto registrado. “Habrá que investigar, pero con tacto, que luego dicen que una se mete en todo”, piensa para sus adentros.

Día 3: "El Vecino Caradura, en la Mira"

Desde su ventana, Maruja también tiene controlado a Paco, el del quinto. Lo observa mientras tiende la ropa en su minúsculo tendedero. Paco, con su sonrisa de “yo no debo nada a nadie”, está convencido de que puede seguir esquivando a Maruja, pero no sabe que ella ya tiene un plan para pillarlo en la próxima junta.

Paco, con su lavadora "nueva" que lleva rota más de un mes, sigue con sus excusas. “Es que se ha roto otra vez, Maruja, qué mala suerte la mía”, le dice cuando ella le menciona, de forma casual, que ha notado que el recibo de la comunidad sigue sin aparecer. Pero Maruja, desde su trono en las alturas, no se deja engañar tan fácilmente. Ya ha anotado en su libreta: “Paco - lavar la ropa en la bañera (sospechoso)”.

Día 4: "Los Inquilinos Despreocupados, Desde la Atalaya"

Ana y Carlos siguen con su vida despreocupada en el cuarto piso. Desde su ventana, Maruja ha visto cómo han dejado las bicicletas en el pasillo otra vez. "Esos chicos no entienden que esto no es un albergue", se dice mientras apunta en su libreta. Maruja no necesita bajar al cuarto piso para saber que esas bicicletas están bloqueando la salida de emergencia. Ya lo sabe porque ha visto cómo los demás vecinos las sortean con mal humor cada día.

“Los jóvenes de hoy en día no tienen respeto por nada”, murmura Maruja mientras riega su Aloe Vera, que, dicho sea de paso, es la planta más robusta del edificio. Ana y Carlos, por supuesto, siguen en su nube, convencidos de que su actitud es la de dos seres libres que no deben explicaciones a nadie. Maruja sonríe para sus adentros, sabiendo que en la próxima junta habrá mucho de qué hablar.

Día 5: "La Junta de las Revelaciones"

Llega el día de la junta, y Maruja baja desde las alturas con su libreta en mano, lista para poner orden. Como siempre, los vecinos están reunidos, cada uno con su pequeña dosis de descontento. Paco, con su sonrisa nerviosa, Ana y Carlos distraídos, y las abuelas listas para cualquier oportunidad de poner su granito de arena (o de sal).

Maruja comienza leyendo el orden del día, que incluye los asuntos de siempre: pagos atrasados, el mal uso de las zonas comunes y, por supuesto, la misteriosa bolsa negra del nuevo inquilino del segundo. "No es por alarmar, pero aquí debemos estar todos atentos", dice Maruja mientras las abuelas asienten vigorosamente.

Paco, que ya conoce la rutina, promete pagar “mañana mismo”, mientras Ana y Carlos se comprometen a “considerar” el tema de las bicicletas. Maruja, desde su posición de poder, simplemente asiente, pero sabe que tiene la situación bajo control. Nadie se escapa de su vigilancia desde las alturas.

Día 6: "El Epílogo Desde las Alturas"

Así termina otro día en la Comunidad del Buen Vivir, con Maruja volviendo a su ático, donde las plantas la esperan como siempre. Desde su ventana, vuelve a mirar los tejados y sonríe. La comunidad puede ser caótica, los vecinos problemáticos, pero al final del día, todo sigue bajo su control. Y mientras tenga su libreta y su vista privilegiada, Maruja seguirá siendo la presidenta que nadie puede destronar.

Mañana será otro día, y Maruja estará lista, como siempre, para lo que venga.


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