jueves, 10 de octubre de 2024

Capitulo 1 - "Las Sombras del Casco Viejo"

 


Capítulo 1: La Primera Ausencia

Pamplona respiraba su típico bullicio nocturno. Era jueves, y el Casco Viejo vibraba con una energía que parecía nunca agotarse. Las calles serpenteantes se llenaban de risas, música y el ruido de vasos que chocaban en los bares. Entre las luces cálidas de los faroles y los ecos lejanos de conversaciones, la ciudad parecía una fiesta inagotable.

Marta y Sara, amigas de toda la vida, recorrían esas mismas calles con la confianza que da el haberlas caminado mil veces. Era una tradición para ellas: todos los jueves, después del trabajo, se encontraban en el mismo bar de la Calle Estafeta, compartían una botella de vino y se ponían al día. Esta noche, sin embargo, había algo distinto en el aire, una sensación apenas perceptible que Sara no podía sacudirse.

—¿Has notado que últimamente hay más... ausencias? —preguntó Sara, mirando de reojo las sombras que se alargaban en los rincones menos transitados.

Marta frunció el ceño. —¿Ausencias? ¿A qué te refieres?

—No sé...—Sara se encogió de hombros—. Hay personas que ya no veo, gente que solía venir aquí, como Jon, ¿te acuerdas de él? Siempre estaba en el bar de la esquina. Lleva semanas sin aparecer.

Marta rio, restándole importancia. —Habrá encontrado otro sitio. Ya sabes cómo son los bares aquí, la gente rota de un lado a otro.

Sara intentó reírse con ella, pero esa sensación seguía carcomiéndola. No era solo Jon. Otras caras familiares también habían desaparecido sin dejar rastro. Parecía como si, de la noche a la mañana, esas personas se hubieran desvanecido entre la multitud, como si las calles las hubieran engullido.

Terminaron la botella de vino y decidieron seguir su ritual: un paseo por las callejuelas, pasando por el Rincón del Caballo Blanco, disfrutando de la vista de la ciudad desde lo alto. Sin embargo, al torcer por una calle estrecha y poco iluminada, notaron algo fuera de lo común. Una figura se adentraba en un portal oscuro. Fue solo un segundo, pero Sara sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

—¿Has visto eso? —susurró, parándose en seco.

—¿El qué? —Marta miró en la misma dirección, pero ya no había nada.

—Había alguien... lo juro —insistió Sara.

Marta la arrastró de vuelta al bullicio, intentando quitarle hierro al asunto, pero esa sensación persistía. Y no solo en Sara. Al día siguiente, los carteles empezaron a aparecer por todo el Casco Viejo: Desaparecido: Jon Echeverría, visto por última vez en la Calle Estafeta. Se ruega cualquier información.

El Casco Viejo, que siempre había sido un lugar de encuentros, empezaba a mostrar sus sombras.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, todo comentario o escrito CONSTRUCTIVO, espero entre todos no avergonzarnos de ponernos al nivel de los que no queremos.
Gracias