¿Qué es el trasplante fecal?
El trasplante
fecal es un tratamiento antiguo que ha vuelto a la actualidad por su
efectividad demostrada en una enfermedad concreta: la infección por Clostridium
difficile.
Aunque se
utilizan diversas técnicas, básicamente consiste en utilizar heces de una
persona aparentemente sana y administrárselas al paciente. Se utilizan varias
vías y sistemas como oral por sonda; oral en cápsulas preparadas especialmente;
o bien por vía anal: a través de enemas o, más comúnmente, con infusión de
preparaciones líquidas provenientes de heces de uno o varios donantes a través
del colonoscopio).
Sólo hay una
circunstancia clínica en la que el trasplante de heces ha demostrado ser eficaz
(de forma incontrovertible, en ensayo clínico controlado con placebo, doble
ciego) y es en la infección refractaria por Clostridium
difficile. En esa circunstancia específica puede incluso salvar la
vida de un paciente.
El fundamento
teórico sería que la restauración de una microbiota (comúnmente llamada flora)
intestinal normal ayudaría a restablecer el equilibrio ecológico del intestino
y a favorecer la eliminación de una infección que ha aparecido en gran parte
por un trastorno previo de ese mismo equilibrio entre la microbiota y el
sistema de defensa del organismo.
El
problema fundamental es que cuando se trasplantan las heces no hay un control
sobre lo que se utiliza: incluye literalmente miles de cepas diferentes de
bacterias, virus que viven normalmente en el intestino, arqueas, y también
hongos. Toda esta microbiota ha encontrado un equilibrio determinado con una
persona determinada, equilibrio que ha podido resultar en una situación de
“salud” o bien en una situación de “enfermedad”. Por ejemplo, la microbiota
podría desempeñar un papel contribuyente importante en la obesidad de una
persona y al trasplantársela a otra persona podría resultar en obesidad en esta
otra persona. O lo que sería más inquietante, es posible que en una persona
(que tiene una genética única y un sistema inmunológico también único) la
microbiota sea positiva en su balance global, y negativa en su balance global
en el receptor; algo que tal vez podría apreciarse sólo en un plazo largo.
Idealmente deberíamos determinar qué factores
(la presencia o ausencia de esta o aquella bacteria, de este o aquel
metabolito, o combinación de los mismos) y utilizar SÓLO esos productos y no
las heces completas. En condiciones experimentales, por ejemplo, ya se ha
curado en ratas la infección por Clostridium
difficile con una
combinación de seis cepas de bacterias; lo que teóricamente al menos tendría
mucho menos riesgo que utilizar las heces completas.
Hay que recordar
que:
1) En estos
momentos es una técnica experimental y sólo debería realizarse en el
contexto de ensayos clínicos, conocidos por las autoridades responsables (en
España la Agencia Española del Medicamento) y autorizadas por los comités
éticos nacionales, autonómicos, locales o de cada centro. Sus riesgos a largo
plazo se desconocen y es un tratamiento con un tremendo efecto placebo
potencial, por lo que juzgar la respuesta fuera de ensayos clínicos es
simplemente imposible.
2)
En España se ha utilizado en el tratamiento de la infección por Clostridium difficile en varios
centros ya y técnicamente no es demasiado difícil. El dr. Françesc Guarner del
Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona es un experto microbiota intestinal
internacionalmente reconocido y, sin duda, la referencia nacional en el área.
3) El perfil
del donante ideal sería el de una persona sana, sin enfermedades crónicas
conocidas, y en el que se han descartado enfermedades infectocontagiosas (como
una hepatitis C, por ejemplo).
4) Hasta
ahora los resultados en la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn son
mayoritariamente negativos en lo que se refiere a ensayos clínicos. Aunque
en algunos parece haber una superioridad del trasplante fecal sobre el placebo
y en algunos casos individuales se han observado respuestas personales muy
sorprendentes, lo cierto es que en el conjunto de estudios disponible no ha
demostrado ser superior al placebo. Es un área en constante evolución y con
muchos trabajos a gran escala en plena realización por lo que habrá que
estar atento en los meses o años futuros para poder ser más concluyente.
5) El
papel de la microbiota intestinal (bacterias, virus, arqueas, y hongos) en la
fisiología del ser humano es impresionante. Los estudios publicados en los
últimos años acumulan cada vez más datos sobre la enorme importancia de la
microbiota. Es posible que, tras demostrar su posible influencia en múltiples
patologías, seamos capaces de manipularla para mejorar muchas enfermedades.
Pero, hoy por hoy, estamos “rascando la superficie” de la evidencia en este
tema, e interferir en equilibrios que son el resultado de millones de años de
evolución puede ser muy difícil. La experiencia en la úlcera duodenal demuestra
que la eliminación de una sola bacteria lleva a un cambio muy importante en la
evolución a largo plazo de la enfermedad. La experiencia con Clostridium difficile sugiere lo
mismo. Pero las enfermedades inflamatorias intestinales son mucho más complejas
que la úlcera duodenal o la infección descrita y no es tan fácil encontrar
maneras reproducibles de cambiar su evolución.
Gran parte de la sociedad aún desconoce que en nuestros intestinos se halla un mundo microscópico viviente, que recibe el nombre de microbiota intestinal.
ResponderEliminarLos cien billones de bacterias que componen esta comunidad viva forman juntas lo que hoy en día es considerado por los expertos como un “nuevo órgano” cuyas funciones específicas son claves en el mantenimiento de nuestra buena salud.
Cuando leemos el prospecto de un medicamento en muchas ocasiones se tiene la sensación que aquel medicamento pudiera ser más perjudicial para nuestra salud que los consejos prescritos por nuestro médico.
Pero ya lo que se propone en este artículo raya el sobresalto supremo., eso de que las heces pueden curar cierta enfermedad.., se lee y uno no termina de creerlo.
Claro que cuando se curiosea que es la microbiota y cuál importancia tiene en el mantenimiento de la salud humana, es entonces cuando se comprende cuanta importancia tiene las medicinas que se proponen para el equilibro de las bacterias que componen este llamado por los expertos como “nuevo órgano”.
Aunque a primera vista la idea de digerir un medicamento cuyo principio activo sean las heces de otra persona – posiblemente desconocida – para el paciente. Lo realmente importante para los enfermos es recuperar la salud, desde la confianza en los profesionales sanitarios que saben lo que prescriben y hacen por su bien
Por tanto, cuando haya que tomarse algún medicamento, dejar apartado el prospecto, e ingerir la toma sin preguntarse qué principios activos se están tomando. Posiblemente esta medicación no contenga desechos procedentes de otro ser vivo.
Saludos:
Estoy contigo.
EliminarLa próxima vez que me receten algo, no pienso leer el prospecto, por si acaso.
Abrazos Jomaral!!!