lunes, 24 de septiembre de 2018

Mamografia con historia



El viernes pasado me tocó MAMOGRAFIA

Desde que me llegó la citación, solo pensaba en que pasara el día rápido.

Y llegó.

Me presenté antes de tiempo para ver si acababa antes, pero no, allí estábamos todas las mujericas del portal, como en una reunión de vecinos.

El comentario más importante, habían cambiado las maquinas, ahora hacían menos daño.

A mí me alegraron la mañana, la verdad que según iban saliendo, ninguna se paraba a decirnos como había cambiado su experiencia.

Me toca, entro, y veo la misma máquina de torturas.

Y pregunto, ¿pero no habían cambiado las maquinas?

La profesional me dice,  ¿Quién te ha dicho eso?

Las mujeres de la sala.

Pues no mi chica, esto sigue igual.

Entonces me fijo que esta vez tiene ayudante.

Una chiquita en prácticas, que se pone a intentar hacerlo bien, pero le sale todo mal y solo oigo, NO¡ ASÍ NO¡

Y mientras tanto mi cabeza dándome vueltas y no sabiendo si voy a ser capaz de escaparme.

Por fin la pilla en su sitio, baja la apisonadora, no respires y vuelvo a oír, ¡NO , NO ESTA BIEN!

Vuelta a empezar, para arriba, para abajo, hombro relajado, tripa encogida, culo afuera, no respires y mi cabeza se cansó o me olvide de respirar.

La suerte es que una parte de mi cuerpo estaba enganchada bien a la maquina y me sostuvo, a parte de los 4 brazos que sentí a mi alrededor.

Yo me asusté, pero más ellas, os lo aseguro.

Y todo este rollo viene a , cuando nuestros hijos aprendían un oficio, lo practicaban con los próximos.

·         La que estudiaba peluquería, se notaba, toda la familia con cortes mejor o peor hechos, con peinados bien y mal, etc.

·         La esteticien, nos pintaba las uñas, nos daba cremas en la cara, nos pintaba, bien o mal, pero tenía sus prácticas.

·         El pintor, escayolista, albañil, electricista ídem de ídem , y de esos sí que nos aprovechábamos.

Y así seguiría bastante.

Y mi pregunta es, la jovencica que no sabía ni por donde agarrar, no podía practicar con una de goma? Con un muñeco? Y no digo con sus familiares.

Lo que me ha quedado claro, es que conmigo y teniendo bata blanca, no vuelven a practicar mientras tenga todos los sentidos.

La moraleja fue, salir y pensar como me quito el susto, un pastel grande en una pastelería, o un pantalón con camiseta en una tienda.

Ganó el pantalón, que aunque me haga gorda, no engorda.

Y volví a mi casa toda feliciana.

4 comentarios:

  1. Las visitas médicas siempre dejan un poso de preocupación, harán las pruebas clínicas, que sorpresa nos deparara la analítica, el galeno de turno será de carácter amable o arisco, etc.

    Someterte a las pruebas radiológicas en las que tienes que permanecer de pie parece una tortura, uno tiene la impresión de sentirse frente a un pelotón de fusilamiento con electrodos.

    Permaneces con el pecho pegado a una placa, sin pestañear ni mover un musculo y cuando oyes la voz del jefe de cabina que con voz doliente dice: “no respire ni se mueva”. Te quedas con la sensación como si el tiempo se hubiese detenido, los segundos se hacen larguísimos, y uno, en su inconsciente, se queda a la espera de oír el sonido de la ráfaga final.

    Por fortuna dichos sustitos clínicos solo son un efecto producido por el cerebro, ante los temores que nos produce el resultado que pueda salir de cualquier prueba médica solicitada por los cuidadores de nuestra salud.

    El caso, amiga, es que pasado el sobresalto y tras recuperar la compostura, nada hay más saludable como disfrutar de los placeres que la existencia nos propicia.

    Ya sea disfrutando de un helado rico o bien terminar de pasar la mañana en unos grandes almacenes. En estos momentos de placer nos daremos cuenta que la única cosa que llevamos con nosotros y que nunca se queja cuando la usamos es la tarjeta de crédito

    Que las pruebas de mamografías, pese al sufrimiento pasado, hayan salido satisfactoriamente, y los momentos sufridos por pasado quedan.
    Saludos:

    Un hombre va al médico y le dice:
    -Doctor dice mi mujer que no sé decir federico.
    -A ver repítalo.
    -Fe-de-ri-co.
    -Pues lo dice muy bien, vaya a su casa y dígale a su mujer que venga para una revisión del oído.
    Una vez en casa:
    -Cariño dice el médico que estoy bien. ¡Voy a coger dos cervezas del federico y lo celebramos!

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    1. Gracias por el chiste Jomaral, tu siempre sacando la sonrisa.
      Respecto a la prueba, pasada está.
      Un Abrazo!

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  2. La máquina no habían cambiado, era el personal.
    Un cantero malo con buena piedra, la colocará mal.
    Un cantero bueno con mala piedra hará maravillas.
    Una buena enfermera, tratará siempre que l@s pacientes,sufran lo más mínimo.

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    1. Pues esa no me tocó a mi. Estaría atendiendo en otra sala. Que pena. Gracias

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Gracias