miércoles, 26 de septiembre de 2018

TAE - Transtorno Afectivo Estacional






Muchas personas sufren trastorno afectivo estacional como consecuencia de los cambios estacionales, sobre todo cuando se va el verano, los días se acortan, el sol se cubre de nubes y la temperatura empieza a descender.

Y es que el otoño/invierno puede resultar una estación triste. Volvemos de vacaciones y nos incorporamos a la rutina, dispuestos a afrontar todos los cambios climáticos típicos de esta estación del año.

Para la mayoría de la gente, una taza de chocolate caliente, una película en el sofá o una guerra de bolas de nieve, pueden aliviar esta sensación de melancolía y hacer más llevaderos el viento y la lluvia. Pero existen otras personas que no encuentran consuelo en ellas.

Si la aproximación del invierno hace que pierdas el interés en muchas cosas y te hace sentir triste, puedes estar sufriendo el trastorno afectivo estacional.

¿Qué es el trastorno afectivo estacional (TAE)?

El trastorno afectivo estacional es un tipo específico de depresión que se produce en la misma época cada año. La mayoría de las personas experimentan el trastorno durante el otoño y el invierno, aunque en ocasiones algunos sufren episodios durante la primavera y el verano.

Los síntomas del trastorno afectivo estacional pueden comenzar de manera moderada y empeorar a medida que avanza la temporada. Este trastorno puede ser debilitante y puede tener un efecto destructivo sobre la vida de quienes la padecen.

Los expertos creen que el trastorno afectivo estacional se desarrolla por la falta de exposición a la luz solar de forma regular.

Es un trastorno común en países de mayor latitud donde los inviernos son prolongados y las horas de sol son escasas.

Las personas que padecen el trastorno pueden ser especialmente sensibles a la luz, por lo que la falta de luz solar puede tener mayor efecto en ellos.

También es posible que exista un factor genético de la enfermedad (se desarrolla a menudo en familias con antecedentes de TAE, abuso de alcohol o depresión).

El trastorno afectivo estacional se presenta con más frecuencia en mujeres (entre el 60% y 90% de las personas que sufren TAE son mujeres)

Síntomas del trastorno afectivo estacional

Los individuos con TAE suelen experimentar los siguientes síntomas:

·         Sentimientos de tristeza, irritabilidad o ansiedad

·         Sentimientos de desesperanza

·         Sentimientos de culpa e inutilidad

·         Indiferencia

·         Pérdida de interés en actividades habituales

·         Pérdida de interés en estar cerca de otros

·         Fatiga

·         Problemas para dormir

  • Dificultad para concentrarse
  • Explosiones de ira
  • Pensamientos suicidas
  • Disminución del deseo sexual
  • Deseo de consumir hidratos de carbono
  • Aumento de peso

A diferencia de la depresión o la tristeza asociada al invierno, el trastorno afectivo estacional comienza y termina en las mismas épocas del año, cada año. Para ser diagnosticado con TAE, un individuo debe experimentar estos episodios al menos dos años consecutivos.

Aunque el TAE ocurre con mayor frecuencia durante los meses de otoño y el invierno, es importante tener en cuenta que algunas personas experimentan episodios durante la primavera y el verano.

Muchos de los síntomas (como la depresión y la ansiedad) son los mismos en ambos casos. Sin embargo, mientras que el trastorno afectivo estacional de invierno implica el aumento de peso y aumento del apetito, el de verano incluye con frecuencia la pérdida de peso y disminución del apetito.

Además, muchas personas que experimentan TAE en verano, informan de un aumento del deseo sexual.

Para combatir el TAE, muchos médicos prescriben terapia de luz, también conocida como fototerapia. Con este tratamiento, los pacientes están expuestos a la luz natural o artificial a diario.

La gran mayoría de los pacientes trastorno afectivo estacional han informado de encontrar la terapia de luz útil en el manejo de la enfermedad, y reportan beneficios a los cuatro días de comenzar el tratamiento.

También puede resultar de utilidad la terapia, una dieta saludable y el ejercicio físico. El mantenimiento de la rutina y el horario de sueño también es importante.

Muchas personas que padecen trastorno afectivo estacional, no acuden a tratamiento por temor a ser tildados de dramáticos o vagos, ya que piensan que la gente cree que están fingiendo la enfermedad. Si crees que puede ser tu caso, te recomendamos que busques ayuda profesional.

2 comentarios:

  1. Son trastornos del siglo XXI
    El que no tenga un trastorno, que tire la primera piedra.

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  2. Yo creo que tengo un ciento, todas las piedras para mi. Gracias Anonimo por estar

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