miércoles, 18 de marzo de 2020

Coronavirus - 4º día, al borde de la locura



Creo que estamos al borde de la locura.

Ayer, al salir de trabajar, me alejé un poco de casa para acercarme a un supermercado grande para comprar materiales y poderme hacer una mascarilla a mi gusto.

Las 20:00 horas y daba miedo andar por la calle.

Creo que hasta han apagado farolas para empujarnos a recogernos en casa.

Al entrar al supermercado, un trabajador bien equipado controlaba una fila de los que querían entrar, y uno a uno nos echaba gel desinfectante a las manos y ponía guantes a los que no llevaban.

A mí me lo echó sobre los que llevaba.

Nos pidió por favor intentar no cruzarnos con ningún otro comprador.

Perdonarme, pero en algunos momentos debajo de mi mascarilla me saltaba una sonrisa, pasillo que había una persona, te ibas a otro.

Me costó más de lo normal, pero lo conseguí.

Sí que es cierto, que cuando estaba eligiendo las gomas y las hombreras para la mascarilla, alguno me miraba raro, es más habitual estar en los pasillos del papel higiénico, jeje.

Pagué con tarjeta, no quiero monedas nuevas en mi cartera y salí.

Al salir me dio más miedo, la gente en los balcones, gritando, no les llegaba a entender, y desde la acera de enfrente les contestaban.

La sensación fue preocupante, no eran las bromas que nos mandan por wasad o vemos en la tele, conciertos, clases de yoga, bingos, no, eran gritos al mundo, me imagino que soltando toda la adrenalina que llevaban dentro.

No me gusto nada y de verdad que cuando llegué a mi casa, eché la llave como para resguardarme de esa locura.

¿Cuánto aguantará la gente encerrada?

Uff, no valen apuestas.

2 comentarios:


  1. Nosotros no estábamos acostumbrados a hacer cola a la puerta de los establecimientos; en algunos centros si guardábamos turno pero en el interior pero nunca en el exterior.

    Hace unas tardes volviendo a casa al pasar por la farmacia a la que acudo me llamo la atención ver unas rayas pintadas en la acera, me sorprendió, pero seguí caminando hacia mi domicilio.

    Hoy que he ido a sacar medicamentos he comprendido la utilidad de las rayas, servían para que los clientes guardaran cola en la calle, ya que en el interior del establecimiento solo pueden estar un máximo de cuatro personas.

    Las calles permanecen vacías, los vecinos y conciudadanos ni se ven por la calle, todos enclaustrados en sus casas. Llevamos cuatro días y la gente solo puede evadirse y darse ánimos asomados en balcones y ventanas.

    Y como la libertad de expresión es un derecho ciudadano legal, cada cual expresa su estado como quiere; cantando, haciendo música, gritando…, Esta noche, por ejemplo, a la hora que S.M.R., dirija un mensaje a los españoles, ya circula por la red un llamamiento para llevar a cabo un desconcierto de cacerolada a modo de entretenimiento ruidoso.

    Bueno, mientras permanezcan confinados en sus hogares que hagan las locuras que quieran, pero nada de hacer la fiesta por la calle.

    No sabemos cuánto durara esta situación, pero desde el gobierno ya están diciendo que el confinamiento va para largo, no queda otra que procurar pasar este tiempo lo mas entretenidos posible


    Saludos:

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  2. Amigo, yo por gracia o por desgracia estoy trabajando, por eso todavía no siento la claustrofobia general.
    Y espero seguir así.
    Un Abrazo!!!!!

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Por favor, todo comentario o escrito CONSTRUCTIVO, espero entre todos no avergonzarnos de ponernos al nivel de los que no queremos.
Gracias