Y sigue la lucha

Este es mi 4º día.

Cada uno es diferente.

Durante el día, con tanto trabajo, realmente no sufrí mucho.

Y a la noche, en vez de irme al gimnasio, mi vecina de tienda vino para decirme si nos íbamos a tomar un par de vinos al cerrar.

No lo pensé 2 veces, se que si viene a buscarme, me necesita, y por supuesto le dije que sí.

Nos cogimos el bus y directas al centro, al casco viejo.

Ha sido la primera vez que he disfrutado dentro del bar, en el espacio sin humos grande, disfrutando de mi vino y mi pintxo sin falta de esta con el abrigo puesto en la calle.

Me ha gustado!

Tomamos el primero, lo pagué yo, el segundo le tocaba, y como fue más caro, el pintxo merecía la pena, pagué el tercero.

Al salir, las dos a la vez dijimos, nos volvemos a casa andando, así bajamos lo ingerido, más o menos 30 minutos a buen paso.

Hicimos un alto a mitad de camino, puesto que dijo que ella debía uno, el último vino fue con una vieira gratinada, pecado mortal.

Y todo felicianas seguimos el camino, habíamos logrado ahogar todas nuestras penas.

Llegué a casa, di de comer al gato, me limpié la cara y después de lavarme los dientes, caí como una bendita en un dulce sueño, que fue incapaz de romper ni las pastillas ni los cigarros.

Eso sí, os prometo que hoy no lo repito, tengo Hip Hop y eso no me lo pierdo de ninguna manera.

Saludos a todos de la Campeona!!!!

Cada uno salva las batallas como puede.